Cuando no sepas qué decir, tira de refrán que seguro que quedas bien. Los de otoño piden lluvia, advierten de vientos, te invitan a coger prendas de abrigo, te aconsejan cómo peinarte y hasta te advierten de las trampas del amor.
Para que llegue la lluvia, Santa Bibiana y San Andrés
España está viviendo una de las sequías más graves y destructivas de la historia. Los efectos de la sequía son cada año peor y, para colmo, 2017 está siendo el más seco desde hace más de 50 años. Los embalses están secos y eso supone además de menos agua, menos electricidad y también grandes pérdidas en la agricultura y la ganadería.
Es necesario que llueva, que llueva, la Virgen de la cueva. Y si con ella no basta, aliarnos con Santa Bibiana, con San Andrés y buscar borregos en el cielo para que vuelva a llover.
Así lo dice el refranero:
Si después de otoño seco llueve por Santa Bibiana, llueve 40 días y una semana
San Andrés, agua o nieve ha de traer
Cielo aborregado, suelo mojado
También puedes mirar a la luna y las estrellas
No siempre mirar al cielo es andar despistado por la vida. Si sabes leer lo que te dicen la luna y las estrellas, puedes tener mucha información del pronóstico del tiempo: de los vientos, de los fríos, del buen tiempo y hasta de las lluvias que tienen que venir. Porque tienen que venir.
Así te lo diría una abuela sabia:
En diciembre, si ves lucir la luna blanca, echa en la cama cobertor y manta
Agua a la entrada de la luna, o mucha o ninguna
Luna con cerco, lluvia y viento
Luna que sale colorada, próxima ventada
Las estrellas a brillar, marineros a la mar
Tu piel, peinado y ropa otoñal también te las cuenta el refranero
El cuidado de la piel, cómo peinarte y cómo vestirte en esta época del año tiene su aquél. Estamos en un cambio de estación, con lo que eso implica, y para enredarlo un poco más pasamos del caluro verano a la época perfecta para pillar un resfriado. Hay que cambiar la cosmética, el peinado y el vestuario, zapatos incluidos: cremas hidratantes para combatir la sequedad del frío, recogidos perfectos contra viento y marea, calzado adecuado para esquivar los charcos e incluso para meterse en ellos... Sabíamos lo del 40 de mayo, pero hay mucho más:
Diciembre es un viejo que arruga el pellejo
En otoño, la mano al moño
Zapaticos de charol, ni para el agua ni para el sol
Si del sur el viento es, botas de agua en los pies
Y para terminar, los amores también riman
El refranero tiene esas cosas, que viene de antiguo y no ha tenido relevo generacional. Se ha quedado tan obsoleto y machista que necesita alguien que lo reinvente, lo modernice y le dé un aire nuevo un poco más comprensible en los tiempos que vivimos. Pero aún viejuno y antiguachi, hay cosas que no cambian nunca en el amor entre las personas cuando están juntas, revueltas, mezcladas y agitadas…
Amorosos juramentos, se los lleva el viento
Amor y viento, se va uno y vienen ciento