El verano se acabó, es un hecho que no gusta a la mayoría, pero es un hecho. En este comienzo de semana se asomará una última vez con el veranillo de San Miguel, como casi todos los años, pero después le pasará el testigo a un temporal que llamamos en España el cordonazo de San Francisco. ¿En qué consiste y por qué tiende a producirse siempre por las mismas fechas?
El 4 de octubre se celebra San Francisco de Asís, así que la procedencia del nombre está clara. La fecha conmemora la muerte de este santo que falleció el día 3 de octubre de 1226 y fue canonizado dos años después. Lo del ‘cordonazo’ no es término nacido en España, sino en México, y se lo debemos al cordón que ajusta la túnica que todavía hoy visten los franciscanos.
En meteorología, hay unos cuantos refranes referidos al tiempo que suele coincidir con la festividad. La mayoría hacen referencia al mar: "El cordonazo de san Francisco lo temen los pescadores y los marineros", "El cordonazo de San Francisco se hace notar, tanto en la tierra como el mar”…
Como ocurre también con el veranillo de San Miguel –fiel a su cita este 29 de septiembre–, el cordonazo de San Francisco no fallará. Llegará con algo de adelanto, eso sí, porque la borrasca que se está cocinando en el Atlántico se profundizará muy rápidamente entre el jueves y el viernes, pudiendo experimentar incluso una ciclogénesis explosiva (cuando la presión cae al menos 24 hPa en no más de 24 horas). Así, traerá un temporal de viento, lluvias y nieve que se extenderá todo el fin de semana.
*Temperatura y geopotencial a 500 hPa prevista por el modelo GFS / Tropical Tidbits
Como consecuencia pasaremos de las temperaturas llevaderas del ‘veranillo’ a un fresco otoñal que será especialmente notable en la mitad norte. En buena parte de Galicia, Asturias y alrededores no se notará apenas diferencia entre el día y la noche, quedándose en torno a los 15 grados las 24 horas.
Todo ello, por un frío bastante anómalo que se canalizará impulsado por la borrasca que nos visita, la primera de varias, según pronostican los modelos meteorológicos. El cordonazo de San Francisco inaugura por tanto, de manera definitiva, el otoño.