Calma, no hay prisa
Ante la posibilidad de encontrar hielo o nieve en la carretera, lo primero que hay que hacer es mantener la calma. Lo principal es conducir con suavidad y no realizar maniobras bruscas. Y, a partir de ahí, tener en cuenta una serie de pasos que son diferentes a la conducción con un temporal normal.
Marchas largas para no resbalar
Utilizar marchas largas y pocos cambios es fundamental. Al arrancar el vehículo hacerlo en segunda o, incluso, en tercera y en la circulación utilizar las marchas más largas posibles. Esto es más conveniente porque transmiten menos fuerza a la rueda motriz, reduciendo la posibilidad de patinar o enterrarse en la nieve.
Marchas cortas en pendientes
Sin embargo, en pendientes es mejor utilizar las marchas cortas para aprovechar mejor el freno del motor. El cuanto al freno, nunca se debe pisar a fondo ni bruscamente, ya que podríamos patinar o llegar a perder el control del coche. Lo recomendable es frenar con suavidad.
*Imagen: Palanca de cambios / Fuente: Pixabay
Cuidado con pisar el freno brusco
Un uso moderado y suave del freno es uno de los principales consejos para la conducción en temporales invernales. Hay que tener en cuenta que con hielo la distancia de frenado puede ser hasta 10 veces superior que con el pavimento seco y, un mal uso del pedal, puede hacer que el vehículo sea incontrolable.
Los dibujos de las ruedas, fundamental
La adherencia de las ruedas varía en pavimentos secos o mojados y con nieve. En seco, la adherencia de las ruedas y del asfalto permite maniobras más rápidas y precisas, mientras que con nieve o hielo hay que girar despacio el volante, evitando movimientos rápidos o bruscos que nos puedan provocar deslizamientos. Por ello, en circulación con nieve o hielo hay que tener mayor suavidad en el volante.
Luces correctas, mejor visibilidad
El hielo aparece en zonas sombrías y cerca de los ríos, pero la nieve puede sorprendernos en más lugares. Por eso hay que saber que con nieve la visibilidad disminuye y por lo tanto hay que adecuar la velocidad y circular con las luces y faros antiniebla encendidos.
Sobre hielo, soltar el acelerador
En la conducción sobre una placa de hielo hay que soltar el acelerador y girar despacio el volante. Lo más recomendable es seguir las rodadas que dejan los vehículos de adelante, para una mayor seguridad. Pero siempre aumentando la distancia de seguridad.
Extra: Cómo colocar las cadenas de nieve
Hasta aquí los consejos básicos de conducción, pero con este temporal y estos frentes amenazantes, debemos estar preparados para la nieve intensa. No podemos olvidar salir de casa sin las cadenas y aquí te dejamos unos sencillos pasos para ponerlas.
Primero desabrocha el aro rígido que tienen las cadenas y asegúrate de que no están enredadas para que puedan hacer bien su función. Introduce un extremo por detrás de la rueda y coge los dos extremos, comprobando que la cadena no ha quedado aprisionada por la rueda.
Cierra el aro interior por encima de las ruedas y asegúrate de que queda centrado por detrás del neumático. A continuación, cierra el anillo exterior. Ahora, centra el conjunto de la cadena sobre la zona de rozadura y los flancos del neumático. Aprieta bien el tensor y engancha el sobrante de la cadena para que no quede colgando. ¡Y ya estaría listo!