Mientras se escriben estas líneas, una densa capa de polvo del Sáhara es movida por el viento cálido a través del Mediterráneo. Ya ha invadido la isla de Creta, pero no se detendrá ahí. Durante este fin de semana, los cielos naranjas serán noticia en numerosas regiones del Mediterráneo. En concreto, afectará a Turquía, Chipre y Medio Oriente, pero seguirá entrando más polvo que alcanzará al centro y este del Mediterráneo, y sureste de Europa.
*Imagen: previsión de polvo sahariano para el 25 de marzo / AEMET
En cuanto a Chipre, esto acaba de empezar. Según las previsiones, los cielos anaranjados cubrirán la isla, al menos, hasta el domingo. La razón es que el viento cálido africano seguirá entrando por oleadas en los próximos días.
Las consecuencias de este polvo son variadas: por un lado, son beneficiosas como fertilizador para la agricultura y pesca en zonas donde estas partículas se depositan.
Sin embargo, también tienen muchos peros. Para empezar, degradan la calidad del aire, lo que afecta negativamente a la salud, el medio ambiente y algunas actividades económicas tales como la aviación, por la disminución de visibilidad, y la generación de energía solar.
En cuanto a las personas, el polvo ambiental puede irritar las vías respiratorias. A largo plazo incluso puede degenerar en una bronquitis crónica. Además, también puede producir picor o ardor en los ojos, conjuntivitis y empeorar la situación de personas con asma.