Aprovecha estas vacaciones para reducir la celulitis activando la circulación, hacerte una exfoliación de la piel, practicar la psamoterapia, tonificar la musculatura, conseguir un aporte extra de vitaminas o beneficiarte de las propiedades de los barros marinos y sin tener que moverte de la playa.
Psamoterapia, un juego de niños para eliminar toxinas
Este tipo de terapia consiste en darse baños de arena, o lo que es lo mismo, enterrarte en arena hasta el cuello por un periodo de unos diez o quince minutos. Con esta técnica y por medio de la sudoración, se consiguen eliminar toxinas y estimular la circulación sanguínea. Para hacerlo correctamente hay que acostarse sobre la arena caliente y cubrir el cuerpo con más arena caliente hasta llegar al cuello. Este tipo de tratamiento no es adecuado para quienes sufren de hipertensión o problemas cardíacos, pero para el resto puede ser algo más que un juego de niños.
Reducir la celulitis aprovechando la arena y el agua del mar
Tirarte a la orilla y dejar que las olas masajeen tus piernas mejora el aspecto de la piel de naranja y no sólo porque la acción mecánica de las olas ayuda a romper los cúmulos de grasa, sino porque el mar contiene sales minerales que estimulan la circulación. Constituye un excelente masaje anticelulítico, aunque existen alternativas más eficaces: caminar con el agua a la altura de la pantorrilla e incluso, más difícil todavía, a la altura de las caderas.
La arena de playa es el mejor exfoliante corporal
Lo tienes tan a la mano que no te lo puedes creer, pero la arena de playa es uno de los mejores exfoliantes corporales que existe y de hecho es la base de la Buffing Grains for Face de Bobby Brown. La razón está no sólo en que los granos eliminan las impurezas y células muertas de la piel, sino que al mismo tiempo te beneficias de todas las sales minerales que contiene. Puedes utilizar la arena seca, coger arena mojada de la orilla del mar e incluso llevarte un puñado a casa para mezclarla con tu gel o con una crema y aplicártela antes de la ducha.
Masajea tus pies caminando por la arena
Un paseo por la arena, ya sea húmeda o seca, no sólo es una manera de relajar el cuerpo y la mente, además fortalece y tonifica la musculatura de piernas y glúteos. Por el mismo precio estás realizando un masaje en las plantas de los pies, de este modo se activa la circulación sanguínea, constituye una excelente terapia para prevenir y reducir las varices y, por sus propiedades exfoliantes, ayuda a suavizar la piel de los talones.
Aprovecha las propiedades de los baños de barro
Si tienes la suerte de estar en una de esas playas con barros, no dejes de hacerte un baño termal que incluya cuerpo, cara y pelo. Debes aplicártelo y dejar secar durante unos 10 minutos, luego pégate un baño en el mar y frota hasta que desaparezca. Las arcillas y barros, además de ser relajantes y curativas, tienen propiedades antisépticas, bactericidas y antiinflamatorias que ayudan a eliminar toxinas. Además, aportan magnesio, yodo, sodio y calcio que nutren, hidratan y rejuvenecen la piel y el cabello.
Aprovecha el sol tomando precauciones, es pura vitamina D
La exposición al sol es peligrosa si no se toman las debidas precauciones, pero si utilizas el fotoprotector adecuado conseguirás, además de un bronceado muy favorecedor, que tu cuerpo sintetice vitamina D. La fuente principal de suministro de esta vitamina son los rayos UV-B y es necesaria porque ayuda a mantener los huesos fuertes, mejora la función muscular y reduce el riesgo de sufrir determinadas enfermedades. Y ahora disfruta de tus vacaciones en la playa.