No es solo el otoño: ¿por qué motivo ‘meteo’ se caen las hojas de los árboles?
Elsa Alonso
01/10/201709:06 h.El pasado 22 de septiembre comenzó oficialmente el otoño. Sin embargo, todavía no se ha visto ni una sola hoja en el suelo. Y es que, la caída de la hoja llega con el cambio de estación meteorológico, y no solo con su comienzo de la estación astronómica.
¿Qué son los 'dementores' de los árboles?
Dejando a un lado los perennes, el resto de árboles (los caducifolios) comienzan a mudar sus hojas por varios agentes, todos ellos relacionados con el tiempo:
· Para empezar, las horas de luz se van reduciendo y los rayos del Sol son cada vez más oblicuos e inciden menos en los árboles. Esta falta de radiación es un obstáculo para la fotosíntesis de las hojas.
· Además, el frío vuelve. Y eso es muy importante. Los árboles pasan de estar en temperaturas altas a experimentar una bajada de diez y quince grados en unas semanas. El agua de la tierra, que debería entrar por las raíces, se congela y no se puede producir la absorción de nutrientes. Varios días con las hojas 'en ayunas' acaba por destrozar al árbol: salen cada vez menos hojas y le cuesta mantener las que hay.
En esta situación, el árbol tiene que tirar de sus últimos recursos y ahorrar toda la energía durante el mes de otoño para poder sobrevivir. ¿Cómo lo hace? Entrando en estado de baja actividad o reposo: El árbol genera una especie de membrana entre la rama y la base de la hoja para que no se produzca el suministro de savia y clorofila. Estas, con la fuerza del viento y la lluvia, acaban por caer al suelo con un aspecto marrón o amarillento, prueba clara de que no se han alimentado en unos cuantos días.
Otoño: el mejor momento para podar
Aunque siempre vemos cortar las hojas y ramas cuando están completamente verdes, es lo peor que se puede hacer: todas las reservas que tiene acumuladas en las ramas se pierden, agotando sus posibilidades de rebrotar.
Un año, tras otro, tras otro, hace que el 'sistema inmunitario' del árbol se vea dañado y propenso a enfermarse.
Lo mejor es hacerlo cuando el 50% de las hojas del árbol hayan caído.