Que los parques de atracciones acuáticos los carga el diablo es algo que todo el mundo sabe. Son sitios con mucha agua, mucha gente y mucho movimiento. Los golpes, los tropiezos y los resbalones son el pan nuestro de cada día, aunque a veces las atracciones pueden liarla también bastante. Lo que no habíamos oído en la vida –y al parecer puede pasar-, es que una piscina de olas se pase de frenada, tanto que haya heridos. Ha ocurrido en la ciudad de Longjing, China, cerca de la frontera con Corea del Norte.
El pasado fin de semana miles de personas disfrutaban de un agradable baño en el Parque de Atracciones Acuático Yulong Shuiyun. En una de sus famosas atracciones, una piscina ‘tsunami’, ocurrió algo inesperado: se formó una ola enorme de 3 metros y docenas de personas fueron arrastradas por su fuerza, incluidos niños y familias. Tras el susto, el parque ha cerrado la piscina mientras se lleva a cabo una investigación.
De momento poco se sabe de cómo ha podido pasar. Al principio se creía que había sido fallo de un miembro del personal del parque, que estaba ebrio y activó la máxima potencia de la piscina. Luego salió el gobierno de la ciudad a desmentirlo, y tras algunas pruebas los investigadores llegaron a la conclusión de que todo podía haber sido por un corte de energía, que dañó los equipos electrónicos en la sala de control de la tsunami pool, haciendo que las olas se volvieran grandes.
El Parque de Atracciones Acuático Yulong Shuiyun es el más grande dentro de la región, y tiene varias piscinas parecidas a la de ‘tsunami’. No es la primera vez este año que ocurre un incidente en China relacionado con las piscinas: el pasado mayo dos personas perdieron la vida y otras doce resultaron heridas tras caer por un tobogán.