Un panorama como el de la película de Interestellar, donde el polvo hacía irrespirable la vida en la Tierra. Así ha ocurrido en Argentina, donde el martes previo a la Navidad pasó de un calor sofocante a quedar sepultada bajo una nube de tierra que después terminó en una tormenta, en la que hubo zonas con granizada.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que el fenómeno fue originado por los fuertes vientos procedentes de la Puna, región de mesetas de la cordillera de Los Andes que abarca al noroeste de Argentina y el oeste de Bolivia, donde en la tierra tiene una tonalidad rojiza y "se caracteriza por ser muy seca, especialmente en esta época del año en que las precipitaciones son prácticamente nulas".
La nube de polvo fue tan densa que provocó miedo entre los habitantes de Buenos Aires y Mendoza, porque en apenas unos minutos el cielo se oscureció cuando las familias estaban por encender el fuego para el asado y montando las mesas en los patios en medio de un calor bochornoso.
Una impresionante nube marrón, que minutos después comprobamos que se trataba de polvo, apareció en el horizonte Sur del Gran Mendoza. Muy rápido llegó a las calles y veredas de la ciudad y se vivieron momentos de angustia, contaron algunas testigos por las redes.
En la localidad argentina de La Quiaca se registraron por ejemplo "vientos de 95 kilómetros por hora, con informes de tempestad severa de polvo y reducción de visibilidad a 100 metros", lo que causó el traslado del polvo hacia otras zonas del país, según el ente meteorológico argentino.