Para entender la importancia de los neumáticos de invierno, basta con saber que tienen mejor tracción, adherencia y frenada cuando la temperatura baja de los 7 grados centígrados. Pero si necesitas más datos, te contamos todo lo que necesitas saber sobre ellos.
El Cómo de los neumáticos de invierno
Hay un par de preguntas antes de entrar en faena: ¿cómo reconocerlos? y ¿cómo hacer el cambio? La primera es fácil de responder, según el Reglamento General de Vehículos se puede circular sobre hielo o nieve sin necesidad de cadenas con neumáticos marcados en un lateral por M+S, que viene de Mud and Snow en inglés (barro y nieve). Si además incorporan un dibujo de un copo de nieve en el interior de una montaña de tres picos, significa que han sido probados en circunstancias adversas y son aptos para circular con nieve intensa.
En cuanto al cómo hacer el cambio, puedes relajarte. No es necesario buscar en casa un hueco para guardar cuatro neumáticos de invierno en verano y otros cuatro de verano en invierno. Hay muchos talleres que los guardan por ti siempre que te comprometas con ellos a que el cambio de neumáticos se hará en el propio taller. Algo que, por otra parte, es muy recomendable.
El Cuándo depende del Dónde
Hay que partir de que la recomendación es utilizar este tipo de neumáticos cuando las temperaturas bajen de los 7 grados, ya que por debajo de 7 grados el neumático estándar se endurece, razón por la que está claro que el cuándo está íntimamente relacionado con el dónde. En la mitad norte de España (al menos cuando los otoños e inviernos eran normales), se recomendaba su uso desde octubre hasta abril. En zonas más cálidas es posible que no tengas que recurrir a ellos y en lugares más fríos puedes llevarlos durante todo el año porque el calor no va a repercutir en su deterioro.
El Por qué de hacer el cambio de neumáticos
Los neumáticos de invierno ofrecen mayor tracción (capacidad de arranque), adherencia al asfalto y frenada que un neumático estándar en las siguientes circunstancias: con nieve, hielo, barro, aguanieve, lluvia e incluso cuando el asfalto está seco siempre que la temperatura baje de 7 grados centígrados. Estas prestaciones no se deben sólo al dibujo de la banda de rodamiento, que al ser más recortado y profundo permite más evacuación de agua, sino también a la composición del neumático, que al ser más blando y flexible impide que se endurezca con las bajas temperaturas.
Esto significa que los neumáticos de invierno constituyen una solución para transitar por cualquier terreno durante los meses más fríos del año sin el engorro que supone el montaje y desmontaje de las cadenas que, por otra parte, sólo resuelven un problema puntual en caso de nevada.