La nave espacial DART de la NASA, primera misión del mundo en probar técnicas de defensa planetaria activa, tiene su lanzamiento programado este 24 de noviembre de 2021. Se espera que DART (Double Asteroid Redirection Test) despegue desde la Base de Vandenberg (California) a las 06.21 UTC, mediante un cohete Falcon 9 de Space X. El objetivo está a ocho millones de kilómetros y llegará a su destino en diez meses.
DART tiene como objetivo demostrar un método para la desviación de asteroides, llamado impacto cinético. En octubre de 2022, DART impactará en la pequeña luna asteroide Dimorphos, que orbita a un compañero más grande, Didymos, en un sistema de asteroides binarios para cambiar su período orbital.
“DART será la primera demostración de la técnica del 'impactador cinético' en la que una nave espacial choca deliberadamente con un asteroide conocido a alta velocidad para cambiar el movimiento del asteroide en el espacio”, dijo Lindley Johnson, Oficial de Defensa Planetaria de la NASA. “Se cree que esta técnica es el enfoque tecnológicamente más maduro para mitigar un asteroide potencialmente peligroso, y ayudará a los expertos en defensa planetaria a refinar los modelos informáticos del impactador cinético de asteroides, dando una idea de cómo podríamos desviar objetos cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos en el futuro”.
La misión comenzará su viaje desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg, en California, en la madrugada de este miércoles día 24 (a partir de las 7.20 de la mañana en España). A partir de ahí recorrerá once millones de kilómetros hasta llegar en otoño de 2022 al sistema binario Didymos, formado por dos asteroides: uno principal y otro secundario, llamado Dimorphos, que orbita al primero. Una suerte de ‘luna’ que será el objetivo de la nave DART. Se estrellará contra ella pero sin destruirla, solo con la intención de desviarla de su órbita.
Testigo de excepción de la operación será el LICIACube (Light Italian Cubesat for Imaging of Asteroid, un pequeño satélite de la Agencia Espacial Italiana que será desplegado desde la propia nave DART, que tomará imágenes de los efectos del impacto en la superficie y la pluma de eyección generada. LICIACube, viajará con DART hasta justo antes del choque. También filmará hasta el último segundo -literalmente- el instrumento DRACO (Didymos Reconnaissance y Asteroid Camera for Optical), los ‘ojos’ de DART, que la guiarán hacia el asteroide y recogerán las imágenes de los últimos momentos de la sonda en primera persona. Toda esta información será crucial para saber hasta qué punto la misión ha sido efectiva y recabar todos los datos que permitan extrapolar los resultados a otros hipotéticos escenarios.
"Es un milagro lo que este equipo ha logrado, con todos los obstáculos en el camino como el covid y el desarrollo de tantas nuevas tecnologías", dijo Elena Adams, ingeniera de sistemas de la misión DART en el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins en Laurel, Maryland. "Pero la razón por la que lo hemos logrado hasta ahora es porque nuestro equipo está emocionado, es extremadamente agudo y realmente quieren demostrar que si un asteroide se acercara a la Tierra, podríamos evitar una catástrofe".
DART se dirigió a la instalación de procesamiento de carga útil SpaceX en VSFB el 26 de octubre. Dos días después, el equipo recibió luz verde para llenar el tanque de combustible de DART con aproximadamente 110 libras (50 kilogramos) de propulsor de hidracina para maniobras de naves espaciales y control de actitud. DART también transporta alrededor de 130 libras (60 kilogramos) de xenón para el motor de iones NEXT-C. Los ingenieros cargaron el xenón antes de que la nave espacial abandonara APL a principios de octubre.
Aunque ninguno de los asteroides representa una amenaza para la Tierra, la colisión con Dimorphos permitirá a los investigadores demostrar la técnica de deflexión junto con varias tecnologías nuevas y recopilar datos importantes para mejorar nuestras capacidades de modelado y predicción de la deflexión de asteroides. Esas mejoras nos ayudarán a prepararnos mejor en caso de que un asteroide sea descubierto como una amenaza para la Tierra, destaca la NASA.
Pequeños asteroides y fragmentos de asteroides golpean la Tierra todo el tiempo, pero se desintegran en la atmósfera o caen inofensivamente al suelo como meteoritos. La NASA ha identificado más de 27.000 asteroides con trayectorias que los acercan a la Tierra. La preocupación es que pueda aparecer algún nuevo asteroide, que se dirija directamente hacia el planeta, y que sea lo suficientemente grande como para causar graves consecuencias cuando golpee.