Cómo hidratarte la piel después del sol sin sudar la gota gorda
eltiempohoy.es
26/08/201717:02 h.Aprovecha el verano para elegir texturas más ligeras de fácil aplicación en la piel: spray, aceite, bruma o crema en gel o fluidos hidratantes serán tus aliados durante la temporada estival. Hay dos razones para que pruebes estos formatos: por un lado, calman tu piel tras la exposición al sol y por otro, mantienen los niveles de hidratación adecuados.
Aceite seco: nutrición e hidratación completa sin brillos
Si buscas un producto de rápida absorción, que no aporte sebo a tu piel, la nutra e hidrate, el aceite seco es una de las mejores opciones. Lo mejor de este formato es que puedes usarlo con la piel húmeda, con lo que eso se agradece en verano, no tienes que masajear mucho para que penetre (a menos rozamiento, menos calor) y puedes aplicarlo desde el cabello hasta los pies. Notarás la piel jugosa y confortable al instante y sin sensación pegajosa
Spray: la manera más fresca de hidratar cara y cuerpo
El formato spray, un agua termal enriquecida con agentes hidratantes, es uno de los más apropiados para el verano porque además ayuda a calmar la piel tras la exposición solar, puedes usarlo como fijador del maquillaje y si tienes la piel grasa, ayuda a evitar los brillos. Si vas a elegir este tipo de hidratación, es interesante que contenga ácido hialurónico porque ayuda a preservar la humedad de la piel y a captar el agua que haya en el ambiente.
Bruma: hidratación fresca, ligera y uniforme
Es un tipo de crema ligera que se absorbe rápidamente sin apenas extenderla por la piel. Aportan agua, además calman y refrescan la piel e incluso algunas llevan hasta protección solar, así que te llevas el pack veraniego completo. Otro plus es que puedes aplicártela en cualquier momento en que notes la piel tirante por lo fácil que es aplicarlas y porque el envase te permite llevarla en el bolso.
Gel: hidratación suave y refrescante
Están especialmente indicados para las pieles sensibles y en concreto para las que tienen tendencia grasa, porque no contienen tensioactivos, ni apenas lípidos. Penetran fácilmente en la piel, controlan el brillo, suelen tener acción seborreguladora y permiten una hidratación profunda, renovándola y revitalizándola. Su textura ligera y fresca, algunos formulados para utilizar bajo la ducha, invita a usarlo a diario y especialmente después de la exposición al sol.
Fluidos y cremas ligeras: para las más tradicionales
Si no te va mucho eso de cambiar de formato, así como así, puedes optar por cremas ligeras y fluidos hidratantes. No tienes que cambiar tu marca habitual, sólo tienes que pasarte a un tipo de textura más acuosa o lechosa (depende de para qué piel esté indicada) que penetre en la piel de manera rápida y aporte frescura. Si tienes la piel grasa, busca emulsiones oil-free que hidraten, pero matifiquen la piel. Si tu piel es seca, igual necesitas aplicar este tipo de cremas varias veces al día.