Lluvia, viento, nieve, hielo..., las condiciones climatológicas invernales pueden dificultar la conducción por disminución de la visibilidad y la adherencia del vehículo al asfalto, circunstancias que obligan a mantener a punto el vehículo en que se viaja. Pero también es necesario llevar en el maletero todo lo necesario para hacer frente al peor de los imprevistos: que el vehículo se quede atascado en situaciones meteorológicas muy desfavorables.
Antes de emprender un viaje, especialmente en esta época del año y si se viaja a zonas frías, la Dirección General de Tráfico aconseja una revisión exhaustiva de determinados aspectos del vehículo: neumáticos, suspensiones, niveles, limpiaparabrisas, luces, frenos, sistema de climatización, batería y dirección. Tener el vehículo a punto permitirá desplazarse con mayor seguridad en situaciones de menor visibilidad y adherencia a la carretera.
Pero cuando se emprende un viaje, es necesario contar con que pueden surgir imprevistos que dejen el vehículo aislado o bloqueado durante un tiempo y para ello es imprescindible llevar un kit de emergencias que incluso puede llegar a salvar tu vida.
Además de las maletas, es importante dejar en el maletero un hueco para un kit de emergencia que permita llamar por teléfono, ver y ser visto en la oscuridad e incluso, en el peor de los casos, abrigarse bien para pasar la noche en medio de la nada.
Si aspiras a cubrir todas las necesidades que pueden surgir en una situación complicada, es probable que el equipaje no quepa en el maletero, por esa razón hay que ceñirse a lo imprescindible. Estos son los elementos que no pueden faltar.
No se trata de llevar comida como si no hubiera un mañana, la idea es tener en el coche alimentos muy energéticos que ocupen poco espacio como frutos secos, barritas energéticas, cereales o conservas. En cuanto a la bebida, es fundamental el agua y si es posible, llevar alguna bebida caliente en un termo.
El teléfono móvil es un imprescindible, puede servir para pedir ayuda, pero también como linterna y como navegador, pero no sirve de nada si se queda sin batería así que el cargador debe ir siempre en el coche. Tampoco sirve de nada en zonas sin cobertura y por eso es importante contar con un mapa de carreteras en papel para poder encontrar un camino sin necesidad de navegador.
No es obligatorio, pero sí es recomendable llevar en el coche lo básico para unos primeros auxilios: un desinfectante (alcohol, agua oxigenada u otro antiséptico dermatológico), tiritas, vendas, tijeras, algodón y pinzas. Si alguien toma algún tipo de medicación, es imprescindible llevarla en el coche.
Sólo son obligatorias cuando, ante una nevada, la DGT informa de la necesidad de circular con cadenas a través de sus medios digitales, así como a través de rótulos en carreteras y señalizaciones en las incorporaciones de las vías que se puedan ver afectadas. Esta señalización establece diferentes grados de gravedad: el nivel verde y amarillo indica tener las cadenas disponibles, el rojo exige llevarlas puestas y el negro obliga a aparcar el coche en el arcén.
Una manta puede servir sencillamente para colocarla bajo las rodillas mientras colocas las cadenas en las ruedas o, en el peor de los casos, para entrar en calor si el coche se queda atrapado en medio de la nada.
Los guantes serán de gran ayuda si es necesario colocar los triángulos en la carretera o las cadenas en las ruedas.
Es fundamental mantener la visibilidad de los cristales delantero y trasero, por eso es importante llevar un rascador de plástico. En caso de emergencia se pude usar una tarjeta de crédito o un carné de plástico, nunca rascar el cristal con elementos metálicos.