Se desploma la calidad del aire en ciudades españolas por la estabilidad anticiclónica
Un fenómeno llamado "inversión térmica" confina el aire en capas bajas, dificultando la dispersión de contaminantes en zonas urbanas
El índice de calidad del aire se ha desplomado esta semana en las ciudades del norte, del centro y del noreste peninsular
La estabilidad anticiclónica está favoreciendo en España la formación de nieblas persistentes y de boinas de contaminación
El índice de calidad del aire es hoy martes 14 de diciembre “regular”, “desfavorable” e incluso “muy desfavorable” en varias ciudades españolas. La estabilidad anticiclónica está provocando lo que se conoce como “inversión térmica”, creando una boina donde no se renueva el aire y dificultando la dispersión de contaminantes. Estas son las zonas con mala calidad del aire.
La estabilidad atmosférica asociada a las altas presiones está favoreciendo la pérdida de calor por radiación nocturna, por lo que vemos claramente cómo algunas regiones registran temperaturas más bajas de lo habitual para la fecha, mientras que en la mayoría de España hace estos días hasta 10 grados más que el promedio.
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Además, un fenómeno a destacar estos días son las nieblas persistentes sobre todo en los entornos de ríos importantes, como son el Duero y el Ebro. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisa de una reducción de la visibilidad en puntos de cinco comunidades autónomas a tan solo 100-200 metros.
Mala calidad del aire por la estabilidad anticiclónica
Estos días la calidad del aire se está viendo muy perjudicada en el centro peninsular, especialmente la zona centro y sur de Madrid, así como en ciudades del norte peninsular (Oviedo o Santander, entre otras), y puntos del noreste. El miércoles 15 de diciembre la calidad empeorará mucho en amplias regiones de Aragón y de Cataluña.
La estabilidad anticiclónica está generando inversión térmica, un fenómeno consistente en un aumento de la temperatura del aire con la altitud. Conforme ascendemos en una capa de la atmósfera encontramos temperaturas cada vez más altas, lo contrario a lo que suele ocurrir.
Esto limita los movimientos verticales del aire debido a que, en el caso de que una burbuja de aire ascendiera, encontraría aire cada vez más caliente (menos denso) y tendería, en consecuencia, a volver su nivel del origen. Así, se crea una “boina” que confina el aire en capas bajas, por lo que se crea la niebla y, en centros urbanos, atrapa los gases de los automóviles y otras fuentes de contaminantes. Bajo estas circunstancias, la calidad del aire empeora y aumenta la tasa de asma en la población, así como otras afecciones respiratorias.