Lluvias de barro: se acerca una irrupción de calima importante a toda la Península y Baleares
La irrupción de calima coincidirá con las lluvias en zonas de la mitad norte peninsular y Baleares
La Dana impulsará una masa de aire subtropical a partir del martes
A la tormenta le sigue la calma, dice el refrán. El domingo los rayos anunciaron la que se venía encima en buena parte de España, regalando, dicho sea de paso, un tema de conversación más allá del inevitable: el coronavirus. Pues bien, a las lluvias y nevadas que están limpiando el ambiente –que es ya el menos contaminado que hemos tenido en mucho tiempo– le va a seguir otra novedad, la irrupción de polvo del desierto que están levantando los vientos en el Sáhara, o lo que es lo mismo: calima. No te alarmes, nada que ver con lo que tuvieron hace no mucho en Canarias.
Hace poco, cuando se celebraban los Carnavales canarios, el cielo se tornó naranja y el aire irrespirable. La calima que arrastró el viento desde el continente vecino complicó las cosas hasta el punto de que ninguna generación recordaba algo igual en su historia en Tenerife o Gran Canaria. Esta vez no será para tanto, no entremos en pánico, pero será significativa como mínimo.
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Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa el umbral de microgramos de calima por metro cúbico en 50 Ug/m(3), a partir del martes en la mitad norte de España y Baleares la acumulación de polvo en suspensión en el aire podrá sobrepasar los 100 Ug/m(3), lo cual tendrá varias consecuencias que enumeraremos a continuación.
Una Dana y centros de bajas presiones nos traen calima
Antes veamos la causa. Una Dana (depresión aislada en niveles altos) se ha descolgado de la circulación atmosférica entre el domingo y el lunes y ha facilitado entre otras cosas que entre una masa de aire polar a interaccionar con otra de aire subtropical. Todo ello sobre nuestra geografía.
Al impulsar viento del este, de levante, en todo el noreste peninsular está dejando bastante lluvia, que moja también casi todo el interior como Ávila y Segovia, donde la precipitación es en forma de nieve. Después, con la entrada más pronunciada de la masa subtropical, llegará el polvo en suspensión.
Y esta Dana no viene sola. En superficie le 'ayudan' varios centros de bajas presiones, entre ellos uno que se sitúa entre el norte de África y el sureste peninsular. Esto va a facilitar que los vientos que están levantando polvo en el desierto repartan partículas de arena por muchas zonas de España.
Consecuencias de la calima
Cuando la calima entra en juego las consecuencias se notan en el entorno y en nuestros cuerpos, aunque esta vez nos pillará en casa de cuarentena –excepto a los trabajadores que no tienen más remedio que salir–, con que será sobre todo lo primero.
Puede aumentar las enfermedades e infecciones cardiovasculares y respiratorias, lo cual sumará una excusa al #quédateencasa porque el aire será de peor calidad. Sí podremos encontrarnos nuestros coches, cuando sea que volvamos a cogerlos, envueltos en una capa de polvo o barro, ya que la calima coincidirá con las nubes en muchas comunidades autónomas, que descargarán las famosas 'lluvias de sangre'.
En cuanto a su efecto en el entorno, entre otras cosas seca el ambiente y contribuye a aumentar las temperaturas. Lo primero se nota más en verano, cuando dispara el riesgo de incendio, pero lo segundo se notará mañana. Está previsto que el termómetro sume unos 10ºC en bastantes provincias el martes y miércoles, por la entrada de aire caliente pero también favorecido por la calima.
Además, el polvo en suspensión interfiere en la irradiación solar y ensucia los paneles solares, lo cual en muchos casos ha reducido su eficiencia. Como impedimento que tampoco será muy destacable en este caso pero lo ha sido en otras ocasiones: compromete el tráfico aéreo y la seguridad de los vuelos.
Cuando los niveles de partículas son moderados, por el contrario, fertilizan los océanos y cultivos y no tienen por qué ser perjudiciales.