Toda Europa se derrite (menos España): julio, el mes más caluroso desde hace más de un siglo

En cada parte del mundo, la meteorología juega de una manera diferente, en el caso de nuestro continente, e incluso nuestro país, ha hecho que este verano haya sido realmente inusual.

Durante la más de la primera mitad de la estación, en nuestro país hemos hablado de tormentas y temperaturas especialmente suaves y frías para esta del año, mientras que en el resto de Europa han vivido durante casi un mes y medio una autentica ola de calor que disparó los termómetros, haciendo que vivieran un calor y un verano nada habitual.

Esta situación tiene una explicación atmosférica: el desplazamiento del anticiclón de las Azores de su posición habitual en verano ha hecho que en España los valores hayan sido más frescos y anómalos en esta estación, haciendo que en Europa sirviera como barrera, provocando un intenso calor continuado.

La ola de calor en Europa comenzó en junio y se alargó hasta principios de agosto, hicieron del mes que junio que fuera considerado el tercero más cálido desde que hay registros.

De hecho, algunos países del norte del continente alcanzaron temperaturas excepcionales, especialmente dentro de la región que comprende el círculo polar ártico. En países como Noruega o Finlandia no dejan de registrar temperaturas de más de 30ºC. Y de tener noches a 20ºC en pleno junio y julio.

Esta situación tan poco habitual ha llegado a provocar una fuerte sequía en países como Irlanda, e incluso incendios cerca del Ártico. Los suecos no salían de su asombro con las altas temperaturas.

Los gobiernos europeos tomaron medidas extraordinarias, como poner lonas de tela en el centro de las ciudades, poner en funcionamiento algunas fuentes, mojar el asfalto y las terrazas, aspersores en lugares públicos, reducir la velocidad máxima de los coches hasta los 20km/h en París o improvisar playas en Londres.

Si analizamos los mapas de anomalías térmicas desde 1910, cuando comenzaron los registros, durante el periodo de abril-julio de 1910, con el mismo periodo de este año 2018, según la NOAA, hay una anomalía de +2,44ºC, un 0,95ºC más que el año pasado. Es decir, 1,49ºC más que el año pasado.

¿Se repetirá la situación?

Después de la ola de calor histórica, ahora mismo, no hay avisos ni en Europa ni en España por una nueva ola de calor, se espera que los valores que se registren sean los habituales durante esta estación, aunque no podemos saber sin incertidumbre sin nos sorprenderá la meteorología, algo que no sería descartable teniendo en cuenta que los años anteriores se ha producido al menos una a finales de este mes de agosto o principios de septiembre en España.