La borrasca Bella es noticia en España, pero también en Reino Unido, Francia, Bélgica y los Países Bajos. Las fuertes rachas de viento que está provocando, en muchas localidades huracanadas (superiores a 120 kilómetros por hora), las olas que han llegado a superar los 9 metros de altura y las precipitaciones han dado lugar a inundaciones, caídas de árboles, cortes de electricidad y una llamativa invasión de espuma en la costa atlántica francesa. Así se está viviendo.
El fin del 2020 está siendo inquieto en el oeste de Europa con la irrupción de la tormenta invernal Bella. Las mayores perjudicadas hasta el momento han sido Inglaterra, Gales, Irlanda del Norte y el sur de Escocia, donde el vendaval ha sido considerable y las inundaciones no se han hecho esperar. La Oficina Meteorológica del Reino Unido ha emitido avisos durante todo el fin de semana.
*Temperatura y geopotencial a 500 hPa según el modelo ECMWF / Tropical Tidbits
La presión central de la borrasca cayó a unos 970 hPa en el Canal de la Mancha en pocas horas. Las primeras consecuencias se vivieron en el entorno del río Great Ouse en Bedfordshire, donde los vecinos tuvieron que evacuar el día de Navidad por las inundaciones. Durante la noche siguiente las lluvias no cesaron y se repartieron sacos de arena para achicar el agua en Gloucestershire. Después llegaron las nevadas, que cubrieron de blanco algunas playas y pueblos de las islas británicas, como ocurrió en Liverpool.
En el noroeste de Francia, con ráfagas de viento que superaban los 120 km/hora en costas y los 100 en el interior, más de 6.000 hogares se quedaron sin electricidad en Normandía y otros 4.000 en Bretaña, ha informado Reuters. En Saint-Guénolé, en la Bretaña francesa, la invasión de espuma de mar se vivió entre juegos y fotografías. Más trágico fue su paso por la región del Gran Este, en el interior, donde nuevo generó cotes de electricidad en decenas de miles de hogares.
Tampoco han faltado las nevadas. En Aubrac, Francia, cayeron alrededor de 60 centímetros el domingo. En los bosques belgas de las Ardenas también nieva, y en las italianas Milán y Lombardía. En España, los copos van cayendo de cota con la irrupción de frío que se está produciendo tras el paso del frente que nos alarga Bella. Se producirán a partir de los 600-800 metros de altitud por la tarde e irán subiendo en los próximos días, aunque no cesarán, según prevén los modelos meteorológicos, como tampoco lo harán las heladas.
Aunque lo más significativo en España, especialmente en la costa atlántica gallega y el área cantábrica, serán las olas. El temporal marítimo por el viento que sopla en los litorales ha puesto en aviso rojo a Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco. Se prevé que las olas puedan superar los 9 metros, y en el interior el viento superará puntualmente los 100 km/hora. Ya lo hace, de hecho, en A Coruña, Vizcaya, Asturias o las islas Baleares, donde se han producido rachas superiores a los 120 km/h la madrugada del lunes.