El tiempo ha cambiado radicalmente en los últimos días en Francia. De una semana para otra, el termómetro se ha desplomado más de 25 ºC en algunas regiones del país, que han pasado de batir récords de temperatura por el calor para estas fechas a hacerlo por el frío. Pero, ¿qué tiene el frío que ver con que los agricultores creen incendios en sus cultivos?
Una masa de aire frío ha envuelto el país vecino y está provocando unas heladas nocturnas muy severas para estar ya en los comienzos de la primavera. “Estas heladas son particularmente notables desde la cuenca de París hasta el valle del Saona”, ha dicho la agencia meteorológica Meteo France.
Algunos ejemplos de las temperaturas mínimas que están cubriendo de hielo el país los encontramos en Beauvais, donde se ha batido un récord con la gélida marca de -6,9 ºC, o en Châteaudun, donde ha hecho -6,2 ºC.
Esto, en las zonas rurales donde los agricultores dependen de sus cultivos para vivir, causa nerviosismo. Una helada tardía podría arruinar la cosecha especialmente en los campos vinícolas de Burdeos, Champaña o Borgoña. Por ello, la estampa en sus tierras es la siguiente estos días.
Los trabajadores y viticultores encienden calentadores muy temprano por la mañana, antes del amanecer, para proteger los viñedos de los daños causados por las heladas. Se trata de pequeños incendios controlados, con la ventaja de que el calor se distribuye a todas las partes del arbolado.
El lado malo de los calentadores para las huertas es, además de su elevado coste, la humareda que arman en el entorno.