El huracán Pablo sorprendió a los meteorólogos el pasado domingo intensificándose a huracán de categoría 1 en una región del Atlántico (42,8ºN, 18,3ºW) con unas características más favorables para lo contrario: un debilitamiento del ciclón. Parece que el frío en la troposfera pudo ser, por tanto, el responsable de 'alimentar' a Pablo, que se convertía en el segundo huracán en avivarse en una latitud tan alta, por detrás del huracán Vince (2005). A lo largo del lunes experimentó una transición a extratropical y, ahora, da pistas de su próximo movimiento: se sumará a un potente centro de bajas presiones que, indirectamente, nos va a afectar.
Pablo ya es historia, aunque sus restos seguirán dando que hablar en los próximos días con un reforzamiento que vendrá dado con la ayuda de las bajas presiones atlánticas. La borrasca que ronda el océano, al noroeste de las Azores, tantea por el momento aguas demasiado frescas para anticipar que vaya a reunir características de ciclón subtropical, aunque, en latitud (inferior a los 50ºN) sí podría serlo.
*Imagen: Temperatura de la superficie del Atlántico y localización actual aproximada del centro de bajas presiones Invest 99L / Tropical Tidbits
Parece improbable, pero el Centro Nacional de Huracanes (CNH) monitorea este sistema de bajas presiones por lo que pueda pasar. De darse el movimiento previsto, hacia el sur-sureste, se encontraría con aguas más cálidas, por lo que el CNH calcula un 20% de posibilidades de que se forme un ciclón subtropical en 48 horas. A cinco días vista, el porcentaje aumenta al 30%. No obstante, se prevé que desde el jueves por la noche retome el camino hacia una superficie del mar más fría.
*Imagen: Probabilidad de formación de un ciclón en las próximas 48% / Centro Nacional de Huracanes
El papel de Pablo en todo esto será el de reforzar este centro de bajas presiones bautizado Invest 99L por el CNH, como también lo harán otros sistemas secundarios que irán sumándose. Según indica la agencia de monitoreo, "las precipitaciones y tormentas han adquirido mayor concentración cerca del centro de bajas presiones no-tropicales a unos cientos de millas al oeste-noroeste de Azores".
El miércoles un frente entrará por el noroeste peninsular dejando lluvias a su paso que serán cuantiosas en Galicia y Portugal, donde podrán caer unos 50 litros/m(2). A medida que avance, se desorganizará. De hecho, el jueves irá perdiendo identidad y las precipitaciones serán cada vez más débiles, aunque suficientes para mojar zonas necesitadas de agua como Extremadura o el valle del Guadalquivir. Llegarán también a todo el norte peninsular y Baleares.
*Imagen: Mapa con frentes previsto para el miércoles, 30 de octubre / Aemet
Lo que pasará después está por ver, aunque los modelos de predicción americano (GFS) y europeo (ECMWF), coinciden en que seguramente la borrasca irá siendo absorbida por la circulación en latitudes más altas. Así, podrá 'nutrir' a las bajas presiones que llegarán con un núcleo muy frío a las británicas y que, con incertidumbre, podrían desplomar las temperaturas en nuestro país el fin de semana y dejar otro frente hasta entonces.