Desde el fin de semana, el huracán Lorenzo ha dejado de ser uno más de la temporada para pasar a hacer historia, por sus características y por su ubicación. Los satélites detectaron una intensificación a categoría 5 (en la escala Saffir-Simpson), proclamándose así el huracán que más al este ha llegado en el Atlántico desde que se tienen registros. Ante las nuevas noticias y su creciente peligrosidad, toca preguntarse cómo va a afectar a España o Portugal y aclarar si tomará rumbo a las islas británicas o a Islandia.

Actualmente, Lorenzo ha abandonado la categoría 5 –la más alta de la escala–, que se traduce en vientos de 250 km/hora y una absoluta devastación a su paso por tierra. Pero su debilitamiento no nos saca de la inquietud, porque el huracán se paseará entre el martes y el miércoles por el oeste de las Islas Azores casi con total seguridad de categoría 1-2, suficiente para dejar rachas de entre 120 y 175 km/hora. Las autoridades se temen lo peor y el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) advierte de que se expondrán a olas que ponen en riesgo la vida.

*Imagen: Fotografía por satélite de la posición del huracán Lorenzo / Tropical Tidbits

Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ha confirmado a través de Twitter de que las olas en el archipiélago podrán "superar los 12 metros de altura, sobre todo en las islas occidentales", y el viento podrá alcanzar rachas de más de 200 km/hora.

Todo apunta a que su "trayectoria anómala hacia el noreste", como la ha calificado la Aemet, le llevará hasta el oeste de Irlanda, dejando atrás su condición de huracán después de pasar por Azores. No obstante, se plantean otros escenarios menos probables, como que se dirija al norte de la Península o al sur de Islandia.

*Imagen: Posibles direcciones del centro de Lorenzo según diferentes escenarios / Tropical Tidbits

Pasado el archipiélago de las Azores, como decimos, dejaremos de hablar de Lorenzo como huracán y pasaremos a denominarlo 'ciclón extratropical'. Esto se debe a que dejará atrás el calor para adentrarse en aguas más frías, donde su naturaleza irá mutando.

En principio no se considera que Lorenzo vaya a afectar a España de manera directa, pero Del Campo ha destacado que, desde el mediodía o la tarde del jueves, "puede dejar sobre todo en el noroeste un temporal marítimo de cierta intensidad, con olas que pueden superar los 4 metros, sobre todo en Galicia". Sus efectos sobre nuestro país serían, por tanto, parecidos a los que dejó Ophelia en 2017, que llevaron a la Aemet a activar el aviso por la agresividad del oleaje, especialmente mar adentro. Eso sí, las predicciones se hacen con especial cautela por la incertidumbre que sustenta Lorenzo, por lo que habrá que seguir muy pendientes en los próximos días.

El camino y la evolución de Lorenzo dependerán mucho de cómo interaccione con la circulación atmosférica en latitudes más altas. La agencia meteorológica irlandesa Met Éireann explica, no obstante, que "se espera que la tormenta pierda su estatus a medida que se desplaza al norte atravesando aguas más frías", aunque, por lo que pueda pasar, no le quitan ojo: "El progreso de Lorenzo y su impacto potencial en Irlanda se vigilan de cerca".

*Imagen: Dirección estimada del centro del huracán Lorenzo | Centro Nacional de Huracanes / NOAA

Lorenzo se gestó como tormenta tropical al sur de Cabo Verde, "en una zona no especialmente propensa para ello", ha especificado Rubén del Campo. Se trata de un entorno con aguas calientes que, no obstante, no son el escenario habitual para la formación de huracanes. Sí es cierto que, en su viaje por el Atlántico, se ha ido encontrando con aguas más caldeadas, cargadas de energía retenida en la superficie marina, que han alimentado su voracidad. Así, se tornó el fin de semana de categoría 5, la más elevada. Se trata de una situación especialmente atípica y Lorenzo es ya, de hecho, el huracán de estas características más al este en el Atlántico que se ha registrado nunca.