En el corazón del valle de Tena, junto al ibón de Cubillas el proyecto se forma de cuatro cabañas en forma de iglú (domos geodésicos) de 36 metros cuadrados y con capacidad para cuatro personas. Además habrá una quinta cabaña de 80 metros cuadrados, común para todos los huéspedes y en ella se ofrecerán servicios de restauración. Las instalaciones están inspiradas en Cortina D’Ampezzo, en Italia y en Rovaniemi, Finlandia.
El complejo está situado en la ladera y en plena arboleda, junto a la estación. Lo que hará especial esta experiencia será el ventanal de 8 metros del que disponen cada uno de los iglús, y dos más pequeñas en la parte superior. Toda la estancia en madera y en forma de ‘loft’ para hacer el espacio más abierto.
Y no te preocupes por cómo llegar. La estación se ha encargado de reubicar el telesilla Faballones para aumentar el confort de sus clientes.
La estancia incluye la manutención, un servicio de guías especialistas en la fauna y la flora del paraje, y excursiones con raquetas de nieve. Una actividad única que se complementa con la oportunidad de disfrutar del maravilloso y especial cielo de invierno, al margen de la contaminación única y en un entorno ideal.