Primavera, verano, otoño e invierno se dividen tanto por la estación meteorológica como atmosférica, y son igual de importantes. Como hemos dicho, son los primeros días de los veranos, primaveras, otoños e inviernos meteorológicos los que nos avisan que el tiempo empieza a cambiar y que la atmósfera inicia la transición de una estación a otra. En el caso del verano, esta transición comienza a partir del 1 de junio. El otoño, por su parte, da comienzo justamente el 1 de septiembre; el invierno, el 1 de diciembre; y, la primavera, el 1 de marzo.
¿Y cómo arrancará el verano meteorológico?
Aquí te dejamos la previsión para los próximos días, que no tienen muy buenas noticias (al menos, hasta el 7 de junio)
Otras formas de organizar las estaciones
Si te sorprende que haya otra forma alternativa de organizar las estaciones, ¡agárrate! También existen el método asiático/irlandés y fenológico, a cada cual más complicado: mientras el primero marca las estaciones según el grado de insolación (el verano, por ejemplo, comienza entre el 4 y 10 de mayo), el segundo cambia las estaciones según los cambios importantes que se registran en la naturaleza a lo largo del año, y cada año su inicio y su fin es totalmente diferente.
Por ejemplo, para la fenología el invierno se caracteriza por no haber crecimiento vegetal, un período que no siempre dura tres meses. En zonas con clima boreal como Siberia, puede durar hasta nueve. ¿Te has mareado con esto? Pues hay más: al tener en cuenta el clima de la región, hay zonas que pueden tener ¡hasta 12 estaciones diferentes! Eso ocurre, en este caso, en Europa central.