Cómo evitar que se te electrifique el pelo con el gorro para el frío

Pelo hidratado y acondicionado

El primer paso es preventivo y tiene que ver con el cuidado de tu cabello. Si no quieres beneficiar a la electricidad estática cuando te quitas el gorro es muy importante que el pelo esté bien hidratado, para que sea más manejable. Por eso, los especialistas aconsejan el uso de champús con ph neutro, además de no olvidar la aplicación de acondicionadores (con y sin aclarado). Los suavizantes con silicona son idóneos en estos casos porque neutralizan la electricidad del pelo.

Lavarlo días alternos

Uno de los inconvenientes del uso de gorras es el aumento de grasa debido al exceso de actividad de las glándulas sebáceas. Un problema a tener muy en cuenta si tienes el pelo fino y con tendencia a ensuciarse más rápido. Los expertos recomiendan en estos casos lavarlo en días alternos para que no se deshidrate en exceso y mantenga las grasas naturales del cuero cabelludo.

Secar antes de salir de casa y peinar con cuidado

En invierno no es aconsejable salir a la calle con el pelo húmedo y menos si vas a usar un gorro porque quedará marcada su forma el resto del día como si llevaras un casco. Es conveniente que lo seques bien utilizando un secador iónico o a una temperatura templada para no secar en exceso la raíz, deshidratándolo. Evita en lo posible el uso de toallas, nada recomendables, y proclives a generar encrespamiento. Cuanto más lo cepilles más estarás contribuyendo a que se electrifique después.

Si ya es tarde, laca y cepillo de silicona

Si pese a estos consejos tu melena se dispara, lleva contigo una laca suave en el bolso (en el mercado tienes versiones mini) y aplícate un toque a cierta distancia. A continuación, péinate suavemente con un cepillo de silicona. Si no llevas contigo ninguno de estos utensilios, pasa tus manos limpias por el pelo. Evita el uso de aceites o serums, ya que estos solo ayudarán a que el pelo se ensucie más de lo normal.

Peinados que te ayudarán: moños y trenzas

Otro truco es hacerte un moño alto o una trenza después de haberlo secado debidamente. El cabello mantendrá la hidratación que necesita, además, al ir cubierto con el gorro, le estarás protegiendo del exceso de humedad y de frío, sobre todo las puntas, la zona del pelo que más sufre con los cambios de temperatura. Asimismo, una vez lo sueltes, estará ondulado, como si hubieras hecho uso de unas tenacillas, aportando volumen y brillo a tu cabellera.