Los drones están aparcados en su puesto, en el de los socorristas. Cuando ocurre una incidencia, un socorrista piloto conduce al dron hasta donde se encuentra la víctima. Cuando el VANT (vehículo aéreo no tripulado) llega a ella, el piloto le indica que lance un flotador a la persona que está en peligro mientras que llega el equipo de salvamento.
Las aeronaves tardan en recorrer 250 metros al rededor de 20 segundos (tres veces más rápido que el equipo de salvamento) y pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora. Cabopino, Ribadesella, Isla, Cartagena, Cunit y Benalmádena ya tienen instalados a los nuevos socorristas.
De momento, los bañistas de las playas han recibido con agrado las nuevas incorporaciones. Al parecer, dicen sentirse más seguros con estos 'socorristas voladores' o, tal y como lo han apodado en algunos lugares, 'socodrones'. Dependerá entonces de los ayuntamientos de las playas incorporarlos o no en la nueva plantilla del año que viene.