• ¿Los bebés pasan más frío que un adulto?
"En España, con las madres y las abuelas que tenemos, los bebés pasan más bien calor. Los abrigan en exceso porque les ven más vulnerables al frío que el resto y, aunque en parte es cierto no hay que exagerar. Los bebés tienen su organismo más inmaduro y cuentan con mayor insuficiencia periférica, por lo que son más sensibles a los cambios de temperatura. No obstante, esta variación con respecto a los adultos no es grande".
• ¿Cómo sé si mi hijo tiene frío?
"Yo a las madres de mis pacientes les aconsejo que apelen al sentido común. Si tienen frío, abriguen a su hijo; si tienen calor, quiten capas al bebé. De todos modos, hay factores visibles que te pueden dar pistas sobre si tu hijo tiene frío: la piel les cambiará de color. Principalmente, las terminaciones del cuerpo, como los dedos y los labios, pueden ponerse blanquecinas y luego pasar a un tono amoratado. En este caso, el bebé llorará, así que es perfectamente perceptible".
• Tres consejos para adaptar a un bebé a los termómetros bajo cero…
1. "El sentido común es lo más científico que hay", dice Orós al respecto. Muchas veces, vemos a bebés en carritos con los carrillos totalmente rojos porque sus madres no les han quitado el abrigo al entrar a un sitio cerrado: "La idea es que intentes someter a tu bebé al menor número de cambios de temperatura posible, así que quita y ponle el abrigo según cambies de espacio".
2. No lo saques a la calle si hace mucho frío. "No les puedes tener todo el invierno encerrados, porque deben tomar el aire y el sol, pero tampoco los saques a la calle cuando hace demasiado frío. Yo aconsejo que se les dé un paseo a media mañana (cuando hay temperaturas más agradables), y siempre con un abrigo bien gordito".
3. Arropar la cara y las extremidades: "Prepara a tu bebé con la misma vestimenta que tú. Un abrigo gordo e, indispensable, gorro y bufanda. La cara y la cabeza cuentan con más número de receptores, tanto del frío como del calor, y taparlas les dará una sensación más agradable", aconseja Pedro Orós.
• ¿Es mejor un abrigo gordo o muchas capas 'a lo cebolla'?
"Las dos opciones a la vez. Si le pones a tu bebé tres camisetas y luego no lleva abrigo, se van a congelar…yo creo que es indispensable un buen abrigo para cuando salgan a la calle, y por debajo, poner capas para regular al máximo esa variación de temperaturas que comentábamos". Y, además, añade sobre vestimenta: "Yo hago hincapié en los complementos. Con una bufanda, un gorro y unos pequeños guantes aseguramos que, tanto los dedos como nariz, boca y orejas, estén protegidos".
• ¿Existe un alimento 'top' para que tu bebé sea ultra resistente al frío?
"Realmente no. Los bebés tienen que seguir una dieta basada en hidratos, proteínas y grasas en las proporciones idóneas para su edad…ya haga frío o calor. Para los más pequeños, los lácteos serán su nutriente principal, y después, estos se irán complementando con otros alimentos. Los pediatras solemos aconsejar una dieta u otra según los productos de cada zona… pero en España, afortunadamente, tenemos de todo. En países en los que las temperaturas son bajo cero todo el año es probable que los bebés tomen platos más hipercalóricos".
• ¿Es bueno dejar a tu hijo dormir al aire libre (aunque hagan -20 grados)?
Las madres de los países nórdicos, desde hace varias generaciones, tienen por costumbre dejar a sus bebés en la calle mientras se echan la siesta. En el carrito, abrigaditos, pero sometidos al frío helador de Suecia, Noruega o Finlandia. Aseguran que esto mantiene a sus bebés más preparados frente a enfermedades y que les garantiza más horas de mejor sueño. ¿Es un mito o tiene una explicación científica? Pedro Orós dice:
"Tengo una paciente noruega que me comentaba que esta práctica era muy común en su país, pero que lo hacían a mediodía, en las horas de sol, y abrigados al máximo. En ningún caso, les sometían al frío más helador".
Por ahora, no hay un fundamento científico que lo explique: "Personalmente, no considero que tenga ningún beneficio para el bebé, más allá de la sensación agradable que le puede proporcionar el airecito y el sol en su cara. Yo no lo aconsejaría si hace mucho frío, hace viento o está nublado. De todos modos, allí no tienen más remedio que exponerles un poco al frío si no quieren tenerles todo el día metidos en casa".