Es cierto que los chicos vienen de fábrica con más cantidad de colágeno que el género femenino, que su piel es más grasa y la capa córnea más gruesa, pero especialmente en verano, hay que cumplir unos mínimos si no quieres que lo que hoy son líneas de expresión sean futuros surcos, o que el acné brote a sus anchas en otoño, o que aparezcan manchas que no te abandonarán nunca jamás.
Limpieza, un básico imprescindible
Preparar la piel es el primer paso para que cualquier tratamiento cosmético funcione. Es necesario liberarla de grasa y suciedad y el único modo es limpiarla y no basta hacerlo sólo con agua, ni con el gel de ducha, ni con el champú, hay que usar un limpiador facial adecuado a tu tipo de piel, con independencia del formato que elijas (jabón, gel, crema, agua micelar…), y lo ideal es que cumplas con esta rutina dos veces al día, al levantarte y antes de acostarte. Con esto tienes el aprobado, pero si quieres subir nota hazte una exfoliación una vez a la semana para retirar las células muertas, impedir que se obstruyan los poros y, si tienes la piel grasa, evitar el efecto rebote post-vacaciones con un brote de acné.
La crema hidratante, esa cosa que te da grimita
Si eres de los que mantiene alejadas las cremas hidratantes de su neceser, te equivocas, es absolutamente necesario hidratar la piel al menos una vez al día. La hidratación no tiene nada que ver con la grasa, existen cremas hidratantes para todos los tipos de piel y si la tienes grasa, deberás buscar una que regule el sebo y que no contenga aceites. Si no te gusta la textura, el olor o la sensación que deja en tu piel, probablemente has hecho una mala elección, déjate asesorar y busca texturas fluidas, cremas sin olor y de rápida absorción. Si ya te has acostumbrado a hidratar tu piel, sube nota aplicándote una vez a la semana una mascarilla facial.
Protección solar, ese imprescindible del que no te debes librar
Es un rollo y eso no hay quien lo discuta, pero es el cosmético imprescindible si no quieres buscarte un problema. Aunque los hombres tengan la piel más gruesa, no es un impedimento para que se queme y que aparezcan manchas (por no hablar de enfermedades derivadas de la exposición al sol). Protegerse de los rayos UV debería ser una rutina tanto en verano como en invierno, así que al menos ten la precaución de hacerlo cuando estés al aire libre, especialmente en época estival. Para nota es proteger también tu pelo, algo que te va a dar menos pereza porque el formato en spray de los protectores del cabello facilita mucho su aplicación.