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España llega apurada al cumplimiento de los objetivos de reciclaje impuestos por la Comisión Europea en 2018Comisión Europea en 2018 y con los que se pretende que todos los estados miembros alcancen el 50% de la reutilización de residuos en 2020. Queda apenas un mes para alcanzar la meta y nuestro país y otros 13 más se encontran rezagados en esta carrera contrarreloj para preservar el medio ambiente. Hay una enorme concienciación entre sus los europeos por dar pasos adelante en la batalla contra el cambio climático, por eso son cada vez más ciudades españolas en las que implanta uno de los grandes olvidados en cuanto a reutilización de residuos: el contenedor marrón.
Madrid, sede de la Cumbre del Clima, ha tenido que poner el acelerador para la implantación de la recogida selectiva de biorresiduos, de tal manera que el pasado mes de octubre incorporó este tipo de depósitos en calles de cuatro distritos más a los 10 que arrancaron en octubre de 2017, y entre noviembre y diciembre se sumarán otros ocho más. Para aquellos a los que se les escapa lo que debe o no tirarse en estos contenedores, les aportamos algunas pistas básicas.
En la actualidad, casi la mitad de los restos que genera cada hogar son materia orgánica. El aprovechamiento de estos residuos tiene tres razones significativas: evitar la contaminación del subsuelo y los acuíferos que producen los líquidos de la descomposición orgánica, rebajar también el gas de efecto invernadero que genera el metano que desprende y rizar el rizo convirtiendo los deshechos en un recurso. "Al separarlo del resto –comentan desde Ecoembes– se reduce la cantidad de residuos que llegan al vertedero, se reducen los malos olores y se ahorra energía, ya que puede producirse de esta manera en forma de biogá". Sin olvidar su aprovechamiento como fertilizante. "El compost es el abono formado por la mezcla de residuos orgánicos fermentados y materias minerales", señalan desde la organización, que recuerda que este sistema de transformación está presente en la Tierra desde el nacimiento de las plantas y árboles. De cada 100 kilos de basura orgánica se pueden obtener unos 30 kilos de fertilizante natural.
Pero, ¿qué se puede o no tirar en el contenedor de la fracción orgánica? A partir de ahora, los usuarios deberán tener muy presente la separación de aquello que antes ocupaba el contenedor de la tapa naranja, sin olvidar que los restos de plástico siguen recalando en el amarillo, y el papel y el cartón en el azul, así como el vidrio en el verde.
CONTENEDOR MARRÓN PARA...
Todo tipo de restos de comida, es decir, sobras de fruta, verdura, carne, pescado, quesos, embutido…
Cáscaras de huevo, marisco, frutos secos, restos de infusiones y posos de café.
Servilletas de papel usadas, papel de cocina sucio, papel y cartón sucios de aceite o restos de comida.
Tapones de corcho, cerillas y serrín.
Basura de jardinería como plantas, hojarasca, ramos de flores.
NO SE DEBE TIRAR
Objetos de cerámica
Pañales, compresas y toallitas húmedas
Colillas, polvo de barrer, excrementos de barrer, arena de gato, pelo