El coordinador de este estudio, Alfredo Rocha, explicó hoy a Efe que las olas de calor como la de mediados de junio pasado serán mucho más frecuentes. En vez de haber una, se repetirán hasta 4 y 5 veces cada año, sobre todo, en la época estival.
El estudio, publicado en el 'International Journal of Climatology' y en el que también participó el investigador luso del Instituto Español de Oceanografía (IEO) de La Coruña, Martinho Marta-Almeida, revela que las olas de calor afectarán a la península ibérica durante una media de 40 ó 50 días.
Junto con otras dos científicas de la Universidad de Aveiro, Ana Cristina Carvalho y Susana Pereira, Rocha describió simulaciones de clima con escenarios del Panel intergubernamental de expertos en cambio climático de la ONU (IPCC).
Tras la capital catalana se situarán Madrid, Cáceres o Sevilla
Simularon incluso escenas con emisiones de gas hasta el año 2100 para averiguar el avance progresivo de la subida de temperaturas. "Si desde la Revolución Industrial en 1880 la temperatura subió 1,1 grados, en 2100 se prevé que haya aumentado en el planeta entre 4 y 5 grados centígrados”, explicó Rocha.
En la península ibérica
En la península ibérica, las zonas donde menos subirán los termómetros serán los litorales atlántico y cantábrico. Habrá ciudades del interior más afectadas por el calor, como Madrid, Cáceres o Sevilla, que aún así irán por detrás de Barcelona en cuanto a niveles máximos de temperatura.
En Portugal, las temperaturas más intensas se vivirán en Beja (sur) y Bragança (norte)
Las olas de calor tendrán una media de entre 40 y 45 grados de picos más altos, similares a la del mes de junio que favoreció el grave incendio de Pedrógao Grande, en el que murieron 64 personas.
"Lo que ahora es una excepción, en 2100 será lo habitual de los veranos", según Rocha, quien destacó que este estudio pretende alertar a autoridades y población, ya que habrá cambios considerables en distintas materias.
En el área de la salud, por ejemplo, la población deberá tomar medidas y hábitos diferentes, mientras que en el sistema de los cultivos agrarios también se producirán cambios relevantes debido a las elevadas temperaturas durante los veranos.
El físico portugués desveló además que otra investigación suya concluye que en el siglo XXII también serán más numerosas e intensas las tempestades en el Mediterráneo a causa del cambio climático.