Amarillo chillón, verde esmeralda, coral, naranja y varios tipos de rojo (rojo sangre, rojo teja, bermellón). De todos estos colores se compone la explanada más conocida de Ceuta, una caja de acuarelas llamada ‘El Príncipe’, que muchos desconocían antes de la popularización de la serie que protagonizan Álex González e Hiba Abouk.
Es posible que un adepto al Feng Shui no sobreviviera ni un sólo día en este barrio. Y no por la peligrosidad que se le asigna si no porque, dado que su filosofía identifica cada color con una emoción en concreto, puede que sufriera un colapso existencial. El arcoíris de ‘El Príncipe’ se ha convertido en su seña de identidad pero, ¿cuál es la razón de tanto pigmento escalonado?.
Se sabe de sobra que éste es un barrio con graves problemas económicos. La mayoría de las viviendas son casas manufacturadas, hechas por sus propios habitantes, con materiales de baja calidad. A las condiciones precarias de vida, se suma un factor imposible de controlar: el clima.
Aunque Ceuta tiene unas condiciones meteorológicas envidiables por su influencia mediterránea (goza de un clima tropical casi todo el año), la presencia del Atlántico y la cercanía del mar hacen que la humedad sea palpable. Humedad que, por supuesto, afecta a las fachadas de los hogares, como en todos los lugares del mundo. Es por esta razón por la que las casas se pintan astutamente de colores fuertes y vivos, para evitar que las manchas sean perceptibles. Así de sencillo.