Pero tenemos malas noticias si sales de trabajar tarde. A partir del domingo 29 amanecerá antes, pero también anochecerá. Así que si sales de trabajar sobre las 20:00 horas, es probable que ya haya anochecido. Pero si eres madrugador, y vas muy pronto a trabajar, tenemos buenas noticias: te levantarás y habrá más rayos de luz.
Cada octubre desde 1974 cambiamos religiosamente la hora de nuestros relojes. A las 3 de la mañana, marcaremos que son las 2. ¿Por qué se supone que conseguimos un ahorro energético? Al parecer, con este nuevo horario hacemos coincidir mejor las horas de luz con nuestra jornada laboral, pero aún con esas no está totalmente demostrado que tal eficiencia exista.
¿Qué pasa con los locales de copas y discotecas? ¿También cierran antes?
Según la normativa, todos los locales que cierren a las 3:00 en horario de invierno deberán cerrar ese sábado a las 4:00, adaptándose al nuevo cambio de hora, del mismo modo que los locales que cierren a las 6:00 deberán hacerlo según el nuevo horario de otoño (es decir, como si fueran las 7:00).
Por eso, las personas que trabajen durante la noche del sábado también lo harán una hora más.
¿Cómo nos afecta el cambio de hora?
Nuestro cerebro tiene un regulador horario que funciona mediante la luz solar y los estímulos del entorno. Este sirve para regular los niveles de las hormonas y actividades celulares por lo que, cuando cambia el ritmo de la luz de fuera o el ritmo de las tareas, puede desorientarse.
Por eso, desde el punto de vista de la salud, el cambio de hora tiene un impacto variable en el organismo, dependiente también de las personas y de cada estilo de vida. En general, el cambio de hora trae consigo pequeños trastornos en el sueño, cambios en los hábitos alimenticios y el estado de ánimo. Todo ello implica más cansancio, irritabilidad o falta de concentración, pero solo durante 3 o 4 días.