Gotas frías en el Levante: analizamos si el cambio climático las está haciendo más destructivas
La temperatura del Mediterráneo ha aumentado 1,27ºC en las últimas décadas
Cuando nos hablan de cambio climático inmediatamente pensamos en calor, desirtificación y sequías. Pero crisis climática es mucho más: son lluvias torrenciales donde antes no había, huracanes más destructivos, o tormentas con demasiada carga energética. Con acumulaciones de más de 100 litros por metro cuadrado en Baleares, donde este martes se ha activado el aviso rojo, nos hemos preguntado: ¿es esta gota fría más intensa por el cambio climático, o ha sido fruto simplemente de una atmósfera un poco más alterada por el otoño (que está al caer)? Es demasiado pronto para atribuir este caso concreto a la crisis climática, pero hay estudios que aseguran que las lluvias torrenciales como las que estamos viendo serán más y más frecuentes en el Levante con el aumento de las temperaturas. Te explicamos por qué.
Gotas frías en el Levante
MÁS
Diversas investigaciones relacionan el aumento de fenómenos extremos como sequías, olas de calor, inundaciones, huracanes o tormentas fuertes al cambio climático por el aumento de su frecuencia y de su intensidad en zonas vulnerables del planeta. Un estudio reciente del Observatorio de la Sostenibilidad establece que el Levante será una de esas regiones de cara al 2050, con un aumento de las precipitaciones intensas en el litoral.
Un informe del IPCC, titulado "Gestionando los riesgos de eventos extremos y desastres para la adaptación al cambio climático" refuerza esta información: "Estadísticamente, ha habido tendencias significativas en el número de eventos de fuertes precipitaciones".
El Mediterráneo se calienta
El agua caliente del Mediterráneo lo está cada vez más por el aumento de la temperatura global, lo cual se traduce un recrudecimiento de las precipitaciones con la llegada al Levante de una DANA. A su vez, el calor de la superficie marina favorece la evaporación. La entrada de frío en altura interacciona así con un Mediterráneo caldeado y una atmósfera cargada de humedad, dando lugar a nubes más compactas y tormentas más virulentas.
Un estudio publicado el año pasado en la revista 'Pure and Applied Geophysics', desarrollado por científicos de la Fundación CEAM, concluyó que en las últimas décadas la temperatura del Mediterráneo, de media, ha aumentado 1,27ºC. Actualmente, la DANA que ha llegado el martes al Levante se ha encontrado con unas costas donde el agua ronda los 26-27ºC.
*Imagen: Temperatura del agua del mar / Aemet
El cambio climático y las gotas frías
Determinar si un fenómeno meteorológico se ha visto potenciado o es fruto del calentamiento global requiere de tiempo e información para poder establecer comparaciones. Los gráficos que recogen promedios de temperatura y precipitación mensual o anual facilitan la definición de la singularidad de un evento.
No obstante, los patrones de la temperatura global del agua y la superficie terrestre son más elevados con el paso del tiempo, dando lugar a una mayor frecuencia de eventos extremos alrededor del mundo. Recordemos que julio de 2019 se situó como el mes más cálido de todos los registros a nivel global y que, en Europa, junio cerró como el más caluroso, superando en 2ºC la temperatura media normal para el mes (promedio del periodo 1981-2010).