Aumentar un 10 por ciento las ventas de botellas de refrescos o agua que no son desechables, sino retornables, reduciría entre 4.500 y 7.600 millones de botellas de PET los vertidos al océano cada año, según un estudio de la organización de conservación marina Oceana, que estima que cada año se vierte al mar 34.000 millones de botes de refrescos de plásticos.
La ONG ha presentado en la sede central de HSBC en Nueva York su informe 'Una sola palabra: retornables', que plantea que se podría reducir en casi un 22 por ciento la llegada de botellas de PET a los mares producidas y vendidas por el sector de refrescos.
Para el director ejecutivo de Oceana, Andy Sharpless, las empresas deben asumir su responsabilidad y comprometerse a producir menos plástico y basura porque "las empresas de bebidas son grandes contaminadores del océano", ya que fabrican "miles de millones de botellas de plástico al año que terminan en el mar, donde se quedan para siempre".
La propuesta pasa por fomentar las botellas retornables, las que se venden, se devuelven, se lavan, se rellenan y se vuelven a vender entre 20 y 50 veces. El informe asegura que las retornables tienen una menor huella de carbono que las botellas de plástico de usar y tirar.
Según el doctor Henning Wilts del Instituto Wuppertal, "en el caso específico de las botellas retornables de PET en comparación con las botellas de un solo uso, estos análisis [de ciclo de vida] han hallado que los envases retornables ahorran hasta un 40 por ciento de materias primas y un 50 por ciento de emisiones de gases de efecto invernadero".
La autora principal del informe de Oceana, Anne Schroeer, insiste en que los sistemas retornables siguen siendo un sistema "viable" y "mejor para los océanos" y que el sector puede hacer crecer fácilmente. "Los sistemas retornables representan más del 30 por ciento de las bebidas vendidas en grandes mercados como Alemania, México, Filipinas e Indonesia", ha señalado.
Por su parte, el vicepresidente senior de Oceana, Matt Littlejohn, opina que el reciclaje "no es magia". "La manera de reducir la contaminación marina causada por las botellas de plástico es fabricando y vendiendo menos botellas de usar y tirar", concluye.