Ser conscientes de nuestro entorno natural y aprender a apreciar sus detalles nos puede ayudar a desconectar de la rutina. La meditación al aire libre puede ayudar a reforzar el sistema inmune y aporta estabilidad emocional. Un ejercicio perfecto para superar etapas de depresión o gestionar los cambios de estación que en ocasiones afectan a nuestro estado de ánimo.