Si algo tiene el invierno es que es la estación más fría del año, aunque cualquiera lo diría. Pasada la Navidad y a la espera de Nochevieja, las temperaturas en toda España se mantienen otoñales, con hasta 10ºC más de lo normal para la fecha. No es de extrañar que muchos aprovechasen el tiempazo para tomar el sol en la playa el día 25, y no descartes ver la misma estampa en Año Nuevo. Eso sí, las noches van a empezar a ser bastante más frías y los cambios bruscos no sientan bien al cuerpo así que, a menos que quieras resfriarte, échate una buena manta.
Llevamos días sin ver nieve a excepción de las zonas más elevadas, donde las máquinas ayudan a mantener el espesor para no echar el cierre en las estaciones de esquí. Puede parecer pronto para esperar un manto grueso de nieve, pero lo cierto es que hace poco más de una semana la borrasca Daniel dejó varias carreteras cortadas a la circulación precisamente porque los copos se habían acumulado en cosa de 24 horas.
Con las borrascas Elsa y Fabien, el componente del viento cambió y nos trajo termómetros mucho más templados, rematados esta semana por un anticiclón de las Azores que está bloqueando todo tipo de precipitación y permitiendo que el sol caliente a su antojo.
*Imagen: Anomalía de las temperaturas la mañana del jueves, 26 de diciembre / Tropical Tidbits
A partir del jueves, no obstante, aún con el anticiclón sobre nuestras cabezas, las temperaturas nocturnas empiezan a moderarse y ajustarse más a lo habitual para la época del año, restando grados.
Un frente muy deshecho ha pasado el jueves por el noroeste de la Península y ha arrastrado viento muy variable –del oeste y suroeste– que ha desplomado los termómetros entre 3 y 8ºC. De esta manera, los valores por debajo de los 0ºC que durante varias jornadas han quedado restringidos a las cotas más altas, tenderán a extenderse especialmente en el entorno de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y Pirineos.
Para el viernes y sábado el mercurio irá perdiendo grados en otras zonas y no se descarta que los bajo ceros se den en amplias zonas de la mitad norte, ya no tanto en áreas de montaña, especialmente de Castilla y León. En el oeste de la comunidad autónoma, especialmente en León, Zamora, Valladolid y Palencia, los días empezarán también a enfriarse, con una máxima que podrá quedarse ya por debajo de los 10ºC –en comparación con los casi 14ºC que se daban en algunos municipios por allí el día de Navidad–.
Con la excepción de los archipiélagos y puntos del sur de Andalucía, las mínimas en el resto del país empezarán ya a bajar de los 5ºC, frente a los más de 8ºC que se han mantenido los días previos a Navidad.
*Imagen: Temperatura mínima prevista para el sábado, 28 de diciembre / @crballesteros
Si algo tiene el frío por la noche –ahora muy duradera–, es que puede dar lugar a heladas si la humedad lo permite. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha informado de que podrán darse nuevamente en la meseta norte y zonas altas, y que serán más frecuentes el sábado en localidades de Castilla y León y Castilla-La Mancha, y el domingo en áreas de montaña del interior este peninsular.