En España, desde hace una semana, el otoño tan sólo se ha dignado a dejarse sentir en lo astronómico –con días que duran menos que la noche–, porque en lo que respecta a lo meteorológico podemos afirmar que no ha dado signos de vida. El calor se ha instalado de manera prolongada en el bautizado 'veranillo de San Miguel', que dio una tregua el miércoles y ha vuelto con fuerza el jueves para quedarse. Pero la cosa cambia fuera de nuestras fronteras, porque al tiempo que el mercurio marca 10ºC más de lo normal aquí, en Europa las tormentas se suceden y el frío se acerca por el oeste. ¿A qué viene tanto contraste?
Los restos del huracán Lorenzo que atravesó la madrugada del miércoles las Azores rondan ahora las proximidades de Irlanda, donde se preparan para un temporal de viento y posibles 'flash floods' o inundaciones que podrán dejar las fuertes lluvias, como advierte Met Éireann. Poco a poco, lo que ocurrirá con este ciclón extratropical es que la circulación atmosférica lo engullirá, al tiempo que su núcleo pierde calor, y pasará a avanzar con el flujo hacia el oeste. A partir del sábado, de hecho, Lorenzo será el pasado y los medios europeos dejarán de incluirlo en sus predicciones.
*Imagen: Avisos meteorológicos actualmente activos en los países europeos / Meteoalarm
El anticiclón de las Azores se va alejando actualmente –aunque se queda cerca– debido al avance de Lorenzo hacia el nordeste, que deja así de empujar las altas presiones hacia nosotros desde el Atlántico. Según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología a través de Twitter, lo que ocurre ahora es que este baile atmosférico nos trae una dorsal en altura que se traducirá en estabilidad en superficie en la Península. Mientras, el aire frío que ha invadido los países escandinavos se va extendiendo y, de cara al viernes, las temperaturas serán muy anómalas en buena parte de Europa, especialmente el centro del continente y, ya entrados en el fin de semana, en las naciones del este.
*Imagen: Anomalía de las temperaturas prevista para el viernes, 4 de octubre, en Europa / Tropical Tidbits
La atmósfera nos librará así de la llegada del fresquito, que se resiste a aterrizar en nuestro país, con un sistema de altas presiones que nos regala estabilidad. El viernes será el día que más calor pasemos en lo que queda de semana, con 30ºC o más en bastantes provincias de la mitad sur peninsular y en la isla de Gran Canaria, e incluso en zonas del nordeste.
*Imagen: Temperaturas máximas previstas para el viernes, 4 de octubre / Aemet
Eso sí, no será un episodio del todo generalizado, puesto que quedará al margen todo el norte, que recibirá la entrada de dos frentes que mojarán –con precipitaciones poco significativas– zonas de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, los Pirineos, parte de Cataluña y el archipiélago balear. No olvidemos que habrá que ir con precaución en las proximidades de la costa gallega hasta el viernes por una mar combinada del oeste que podrá dejar oleaje de 4 a 5 metros de altura.