Parece que no es Navidad hasta que en los hogares no luce un bonito y frondoso árbol de Navidad. A priori podría no parecer demasiado importante el tipo de árbol que elijamos siempre que sea frondoso o bonito, pero no es así.
Árboles artificiales: No reciclables y más contaminantes
Sí es cierto que los árboles artificiales son más económicos que los naturales ya que podemos utilizarlos año tras año y suelen ser muy resistentes. El problema del árbol artificial es que está realizado con resinas plásticas provenientes del petróleo por lo que su producción contamina el ambiente y no es reciclable. Muchos de los abetos artificiales que se venden no están hechos de plástico reutilizable sino de PVC, que es mucho más contaminante. Además, al contacto con el calor de casa emiten dióxido de carbono.
Aún así, mucha gente piensa que al comprar un árbol artificial están ayudando a evitar la tala de árboles naturales, algo que no es cierto ya que en la mayoría de los casos se trata de abetos de producción local plantados en viveros.
Siempre a un punto limpio
Pero también encontramos puntos positivos para los árboles artificiales, además del precio y de su duración, como que que tienen un menor riesgo de incendio, apenas requieren cuidados y los puedes encontrar en todos los colores.
Por tanto, la mejor opción estaría en elegir un árbol natural para dar vida a la Navidad pero si optas por uno artificial nunca debes de tirarlo a la basura cuando ya no lo necesites. Deberás llevarlo a un punto limpio.
Dirigimos entonces nuestra mirada hacia los árboles de Navidad naturales. Pero cuidado, no todos valen, requieren cuidados y lo ideal es que su vida continúe más allá de Reyes.
¿Por qué son buenos los árboles de Navidad naturales?
El aroma fresco de los árboles naturales y el ambiente navideño que generan, son dos buenos motivos para darles un lugar privilegiado en nuestro hogar, pero no son los únicos.
Además de ser 100% biodegradables ayudan a evitar el Calentamiento Global. Mientras los árboles crecen hasta la altura ideal para su venta en los viveros, han pasado 2 o 3 años, eliminando en ese periodo el CO2 de la atmósfera, una vez en casa, un árbol natural es capaz de dar oxígeno a 18 personas.
¿Qué árbol debo elegir?
A la hora de ir a buscar tu árbol de Navidad debes asegurarte de que sea un árbol con raíces, eso será una garantía de que proceden de vivero y es fundamental para que el árbol pueda tener una oportunidad de ser replantado tras la Navidad.
Según los ingenieros forestales, los árboles recomendados provienen de viveros del norte y noreste de España y se producen a gran escala a partir de semillas que se plantan expresamente para Navidad. Se debe adquirir el abeto del Cáucaso o de Normandía (Abies nordmanniana) y el abeto rojo (Picea abies). El primero, que llega a medir 25 metros de altura, procede de Asia Menor, Grecia y Cáucaso, y el abeto rojo, que puede alcanzar los 50 metros, procede del Norte y Centro de Europa.
En el extremo contrario nos encontramos con el abeto blanco (Abies alba) y el pinsapo (Abies pinsapo) ya que son especies muy delicadas y están incluso protegidas en algunas comunidades autónomas.
¿Qué cuidados necesita?
Lo primero que tienes que hacer es elegir una maceta del tamaño suficiente para que quepan sin esfuerzo las raíces, también deberás utilizar tierra vegetal o hacer una mezcla de arena y el abono orgánico turba. Recuerda que tendrás que regarlo una vez a la semana y no colocarlo cerca de fuentes de calor como estufas o radiadores.
¿Qué hacer con el árbol tras la Navidad?
Si has cumplido debidamente con todo lo anterior el árbol se puede replantar en un lugar húmedo y con sombra si cuentas con una extensión para hacerlo. Si no tienes dónde replantarlo puedes preguntar en el ayuntamiento si hay servicio de recogida de árboles naturales. Allí tratarán de replantarlo o triturarlo para usarlo como abono natural.
En Ecologistas en Acción van más allá y mantienen que para que el uso de árboles naturales sea realmente sostenible hay que asegurarse de que por cada uno que se compra “hay que plantar otros tres”, igualmente autóctonos.
Merecen una segunda vida
El árbol de Navidad cumple una gran función, nos alegra, es el telón de fondo de muchas fotos, reúne a sus pies los regalos de Papa Noel y los Reyes Magos. ¿No es justo que le devolvamos el favor y le demos una segunda y fructífera vida?
El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado la campaña de recogida de árboles de Navidad para buscarles una nueva vida y ha dispuesto dos sitios de recogida. Uno, en el vivero de Estufas del Retiro, en la puerta del parque situada en la calle de Alfonso XII, y otro, en los Viveros de la Casa de Campo, en la entrada de la Puerta del Ángel.
Cuestión de luces
Una vez que tengas tu árbol perfecto, llega el momento de las luces. Quedan preciosas y le dan un plus al árbol pero deberás tener en cuenta algunas precauciones. Comprueba su estado para evitar posibles daños. Para ello, conecta el cable a la corriente y asegúrate de que todas las bombillas se encienden y de que no hay ninguna en mal estado ni rota. Controla también que los cables no estén dañados.
La cantidad de luces deberá depender de la altura del árbol. A la hora de escoger las luces del árbol, ten en cuenta el resto de adornos del árbol de navidad para que la decoración no quede demasiado excesiva.
Ahorra energía
Empieza siempre desde arriba, comprueba que están desconectadas de la corriente, ata el extremo del cable a la punta del árbol y empieza a bajarlo rodeando el árbol, en forma de espiral. Para dar volumen al árbol y hacer que luzca más bonito, coloca las luces de dentro hacia afuera, para que queden en las puntas de las ramas y den una sensación de voluminosidad.
Para mayor seguridad es preferible elegir luces navideñas con bombillas led ya que no desprenden tanto calor y, además, gastan menos energía que las tradicionales, así que además de ser precavido, también estarás ahorrando en energía.
Ahora ya sólo nos queda recomendarte que lo decores como más te guste y que disfrutes de una Feliz Navidad.