Anticiclón de invierno: los factores que lo están reforzando
El frío 'alimenta' el anticiclón porque el aire pesa menos y no hay convección
Ni blanco, ni frío, ni lluvioso. El invierno está siendo, en general, muy seco y caluroso. Mientras en Reino Unido siguen haciendo frente al riesgo de inundaciones, aquí los embalses empiezan a vaciarse. La falta de lluvias y el calor anómalo han favorecido que el consumo y la evaporación hayan reducido en 84 hm³ la reserva de agua en la última semana.
Esta situación en la que nos vemos estancados viene dada por la permanencia del anticiclón sobre la Península Ibérica, que está bloqueando las bajas presiones atlánticas. De esta manera, las profundas borrascas que circulan por el oeste de Europa apenas se dejan sentir colateralmente en España con temporal costero y algo de lluvia en el norte.
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¿Por qué está siendo tan persistente el anticiclón?
A diferencia de lo que podríamos pensar, el anticiclón es más persistente cuando se instala en invierno que en verano. Y, aunque solemos asociarlo a sol y calor, lo cierto es que esto no es lo único que provoca.
En primer lugar, entendamos por qué es tan resistente en los meses más fríos. La nieve y las bajas temperaturas tienen que ver. El aire frío pesa más y, por tanto, no asciende para favorecer la formación de nubes y facilitar la interacción entre las capas atmosféricas.
Cuanto más frío, más potente será. Con que, por ejemplo el miércoles y jueves, con una mínima que casi toda la mitad norte peninsular baja de los 0ºC, es fácil que el anticiclón permanezca anclado sobre la Península inmóvil y que aumente la presión sobre nuestra geografía.
Consecuencias del anticiclón de invierno
Por eso es frecuente que veamos inversión térmica con tiempo anticiclónico, porque el aire cálido se queda arriba y, el frío, sobre la superficie, y por tanto ocurre que en algunas zonas hace más frío en el valle que en la montaña.
También suele dar lugar a una acentuada amplitud térmica, ya que por el día el sol calienta sin impedimento y, por la noche, nada impide que el suelo se enfríe. Así, el termómetro puede registrar en un mismo lugar 20ºC y -2ºC en un día. En las zonas costeras esto ocurre menos porque la influencia del mar suaviza las temperaturas, como ocurriría también en el interior en un día lluvioso.
Por último, es frecuente que la calidad del aire empeore cuando el anticiclón nos condiciona. La ausencia de interacción entre las capas de aire hace que la polución quede estancada sobre la superficie y, como resultado, no se dispersen con la ayuda de la lluvia o el viento las sustancias contaminantes como el CO2 y el dióxido de nitrógeno.