Mario Picazo analiza los retos de la agricultura ante el cambio climático: más tecnología y sostenibilidad

Fenómenos climatológicos como el de la DANA que ha azotado a España tienen a veces explicación en el aumento de las temperaturas. El meteorólogo Mario Picazo estrena este viernes una sección en la que pondrá el foco en temas relacionados con el clima y los avances científicos. 

En el caso de las inundaciones de Valencia, esas precipitaciones tienen que ver, en parte con la temperatura del mar. Tal y como explica Picazo, este año 2024 apunta a convertirse en el año más caluroso del registro. 

Además, en este año se ha superado el grado y medio de calentamiento que se intenta contener porque "sabemos que puede ser problemático", explica. Existe un contraste muy fuerte con respecto a las precipitaciones, zonas en las que cae con enorme intensidad y otras en las que ha bajado la frecuencia drásticamente. 

Eso afecta de lleno a sectores como el de la agricultura que sufre de lleno la sequía. Solo en España, este pasado 2023 el sector ha sufrido pérdidas de más de 1.300 millones de euros debido principalmente a condiciones climáticas adversas. 

Es por eso que los ingenieros agrónomos tratan de diseñar nuevos modelos para hacer frente al cambio climático. "La mayoría de la agricultura se desarrolla al aire libre y le afecta el clima, fundamentalmente, hay situaciones que tenemos que manejar", explica Manuel Melgarejo, presidente de Corteva para España y Portugal. 

Y es que los cultivos de los que dependen miles de millones de bocas a diario se enfrentan a un clima cada vez más extremo. Temperaturas más elevadas, prolongadas sequías o episodios de intensas precipitaciones, a las que se suman plagas, enfermedades y suelos más degradados. 

La adaptación del sector a futuros escenarios climáticos es vital. Para mantener el ritmo de productividad que demanda la creciente población hace falta apostar por un modelo mucho más sostenible y resistente. 

En los laboratorios de Corteva se hacen rescates de embriones que permiten a los agricultores seguir cultivando girasoles en condiciones cada vez más difíciles para ello. La tecnología emergente va a facilitar la labor del agricultor a la vez que hace que los cultivos sean más resistentes a este nuevo clima que va llegando. 

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