Tras una segunda quincena de mayo muy revuelta a nivel de precipitaciones, el verano comienza a asomar la patita. La semana ha empezado con tiempo inestable, con chubascos y tormentas, en amplias zonas de la Península y Baleares, pero, a medida que pasen los días, se producirá un ascenso progresivo de las temperaturas que traerá valores más propios del verano, sobre todo, a partir del miércoles.
Justo un día antes, este martes, habrá un descenso de temperaturas, sobre todo, de las máximas, principalmente, en el interior oriental peninsular. Ese día, una pequeña DANA cruzará del Atlántico al Mediterráneo sobrevolando la mitad norte del país. Y, otra vez, la jornada estará marcada por los chubascos y tormentas en toda la Península y Baleares, localmente fuertes y con granizo en el Cantábrico, Pirineos, Sistema Ibérico y zonas costeras de Cataluña, según la Agencia Española de Meteorología (AEMET).
El miércoles el panorama cambia radicalmente con la llegada de una dorsal -una lengua de aire cálido-, asociada a altas presiones, que estabilizará la atmósfera durante unos cuantos días. Como resultado, las tormentas cesarán (aunque no del todo), brillará el sol y aumentarán las temperaturas. Los termómetros subirán en casi toda España hasta cinco o seis grados respecto al martes, especialmente, en la mitad occidental de la Península.
Se superarán los 25° en amplias zonas del nordeste y puntos de Galicia, del oeste de Castilla y León, del centro y del sur de la Península, así como en Baleares. En el valle del Guadalquivir se alcanzarán los 33 grados. Las temperaturas serán más bajas en el área cantábrica, en el entorno de los Pirineos, Sistema Central e Ibérico, según eltiempo.es. “A partir del miércoles se impondrán las altas presiones en nuestro país, de manera que tendremos unos cuantos días, probablemente hasta el fin de semana, con temperaturas en progresivo ascenso y ambiente caluroso, propio de esta época del año, o incluso más cálido de lo normal en algunas zonas”, señala Rubén del Campo, portavoz de la AEMET.
El jueves habrá un nuevo ascenso de las temperaturas. Se esperan 35 grados en Córdoba y más de 30 grados en ciudades como Lleida, Zaragoza, Ciudad Real, Murcia y Cáceres. El mercurio seguirá aumentando durante la segunda mitad de la semana. Tanto, que a partir del viernes las máximas podrían situarse por encima de la media en muchas zonas del país.
El viernes y el sábado podrán alcanzarse los 38 grados en Badajoz, Córdoba y Sevilla. Además, se superarán los 34-35 grados en buena parte de Extremadura y Andalucía. Se esperan noches tropicales durante la madrugada, con temperaturas mínimas por encima de los 20 grados en puntos de la costa mediterránea. Y es probable que los termómetros no bajen de 22 grados en ciudades como Barcelona, Alicante o Málaga.
“El viernes, las temperaturas estarán en torno a los valores normales para la época del año en la mayor parte de la Península, pero en el interior de las comunidades cantábricas y oeste de Andalucía estarán entre cinco y 10 grados por encima de lo normal”, apunta del Campo. “El sábado podría incluso haber un repunte más marcado en el extremo norte de la Península”.
A partir del domingo, volverá la inestabilidad y caerán, de nuevo, las temperaturas. Habrá chubascos en el noroeste de la Península y esto se extenderá al resto de la mitad norte en los días siguientes.
El trimestre veraniego (junio-julio-agosto) será probablemente más cálido de lo normal en toda España, aunque las precipitaciones podrían estar por encima de lo normal en casi todo el país, según informa la AEMET.
Según los modelos de predicción estacional, hay entre un 50 y un 60 % de probabilidades de que el verano meteorológico, compuesto por los meses de junio, julio y agosto, sea más cálido de lo normal en la Península. La probabilidad se eleva al 70 % en los archipiélagos. Hay tan solo un 10 a 20 % de probabilidades de que el verano sea más frío de lo normal. En cuanto a las precipitaciones, salvo para el Cantábrico y Canarias, donde no hay una tendencia clara, existe una probabilidad de entre el 40 y 50 % de que las precipitaciones queden por encima de lo normal en el trimestre, frente a un 20-25 % de que queden por debajo.