El frío va a ser el compañero inseparable de los próximos días. Tras la pequeña tregua del viernes, los termómetros de buena parte de la Península difícilmente van a alcanzar los 10 grados de máxima y se van a desplomar hasta los 6 grados bajo cero en las capitales más frías como Cuenca, Ávila, Palencia, Burgos o Soria.

Este sábado se empezarán a notar ya las temperaturas gélidas. De hecho, el 21 de enero está considerado como el día de más frío en España ya que “ha protagonizado las temperaturas más bajas en nuestro país desde que hay registros”, explica Irene Santa de eltiempo.es.

Aunque, en esta ocasión, no va a ser el 21 de enero el día más frío. Las temperaturas más gélidas, el “zarpazo invernal”-en palabras del meteorólogo de la Aemet, Rubén del Pozo- se registrarán el lunes 23 de enero. Para entonces, el grajo ya no volará bajo, sino que irá andando, la Península Ibérica se congelará y hará más frío que en la comunión de pingu, avanza Storm Málaga en su cuenta de Twitter.

Según Rubén del Campo, probablemente, se esté ante los días más “invernales” en lo que a frío se refiere. Después de una semana de nevadas, a partir del domingo van a bajar mucho las temperaturas y el ambiente frío va a continuar durante buena parte de la semana. Miércoles y jueves subirán algo los termómetros, pero a partir del viernes es posible que vuelvan a bajar otra vez, así que en el conjunto posiblemente sea la semana más gélida.  Frío seco con cielos despejados y termómetros que no se van a recuperar ni en las horas centrales del día.

¿Se trata de una ola de frío?, pregunta NIUS a los expertos. Para denominarlo ola de frío, explica Rosemary Alker, meteoróloga de Mediaset, debería aunar tres requisitos: temperaturas muy bajas, durante al menos tres días consecutivos y en al menos el 10% del territorio. Eso no está claro todavía que vaya a suceder, indica. “Lo que tenemos seguro es una incursión de aire frío que en los próximos días nos va a dejar temperaturas por debajo de lo habitual y el día más frío se prevé el próximo lunes, en la madrugada del 23 de enero”.  

Ese día, coincide Rubén del Campo, de la Aemet, se van a registrar heladas en prácticamente toda la península, incluso cerca de la costa cantábrica, en Cataluña o en el interior de la isla de Mallorca.

Que finalmente sea una ola de frío, “no se puede descartar”, indica el especialista, aunque “en caso de que finalmente así sea, no será especialmente severa, aunque en las zonas del interior los termómetros pueden descender por debajo de los 4 o 5 grados bajo cero”, advierte. A mediodía, además, no va a haber una recuperación de las temperaturas con valores que difícilmente van a superar los 10 grados.

En todo caso, explica Rubén del Campo, no es una situación de frío extraordinario, nada que ver ni muchísimo menos con la ola de frío tan bestial que hubo tras Filomena y, de momento, no hay a la vista ningún fenómeno parecido. Van a ser temperaturas que estén entre 1 y 3 grados por debajo de lo normal. Además, aclara, “que haya una ola de frío en invierno, al igual que haya una ola de calor en verano, entra dentro de la normalidad, lo que no es normal es lo que ha pasado este verano, con medio verano con ola de calor, o un invierno como este que prácticamente no ha hecho frío hasta esta semana”.

El sábado en Málaga van a tener viento del interior, por lo que los termómetros van a alcanzar los 20 grados. En La costa malagueña o en la de Almería y Murcia disfrutarán de temperaturas suaves, aunque a partir del domingo “ya no van a dar tanta envidia”, explica el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, porque no serán los 8 grados de máxima en Madrid, pero también van a sufrir temperaturas por debajo de la media.  

No es nada extraordinario, insiste Rubén del Campo, se trata de lo que llamamos una masa de aire polar continental (y polar no porque venga del Polo, sino porque procede del norte) fría y seca, algo que es relativamente frecuente que suceda. Lo "infrecuente" es que se haya tenido hasta ahora un invierno bastante templado, con un mes de diciembre que fue el más cálido de toda la serie histórica y una primera quincena de enero que algo refrescó, pero que siguió siendo más cálida de lo normal. "Ahora llega el primer zarpazo invernal, con las nevadas de esta semana y con el frío seco de la que viene, que es contundente, pero nada extraordinario". Porque todo ello, concluye el especialista, forma parte de la dinámica normal de los inviernos en España.