El año 2019 fue el más cálido de la historia de Europa: las concentraciones de metano y dióxido en la atmósfera crecen
A nivel mundial la temperatura aumentó de alrededor de 1,1 grados
Los glaciares en Europa han perdido entre 10 y 29 metros de masa helada
En los últimos cuarenta años, las temperaturas en el Ártico han ido en aumento
El año 2019 en Europa fue el año más caliente de toda la historia y desde el año 2000 se han dado 11 de los 12 años más cálidos registrados, una tendencia que ha ido en aumento en las últimas cuatro décadas, según un estudio del Servicio de Cambio Climático (C3S) del Sistema de observación europeo Copernicus. El cambio climático es una realidad
Las temperaturas en el 2019 en Europa registraron valores récord, con un margen pequeño respecto al periodo de referencia 1981-2010, y seguido de cerca por los descritos en 2014, 2015 y 2018, tendencia en ascenso en los últimos cuarenta años, según el estudio sobre el Estado del Clima en Europa (Esotc, por sus siglas en inglés).
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El análisis hecho público este miércoles revela que 11 de los 12 años más cálidos se han producido desde 2000, mientras las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) continuaron en aumento, así como el deshielo de glaciares y capas de hielo que provocan el ascenso del nivel del mar.
En ese año 2019 se registraron dos olas de calor, una en junio y otra en julio que contribuyeron a aumentar la sequía y a los bajos niveles hídricos en el suelo en Europa central.
El análisis determinó que a nivel mundial la temperatura aumentó de alrededor de 1,1 grados centígrados desde la era preindustrial, mientras en Europa el aumento fue de casi 2,0 grados centígrados desde la segunda mitad del siglo XIX. Todas las estaciones de ese año fueron más cálidas en promedio, y el verano fue el cuarto más caliente desde 1979, con temperaturas que superaron entre 3 y 4 grados por encima de lo normal en algunas zonas de Europa.
El registro de precipitaciones en 2019 estuvo cercano al promedio anual, pero con grandes diferencias regionales, produciéndose fuertes lluvias en el oeste y sur de Europa que dieron lugar a episodios de fuertes trombas de agua y graves inundaciones.
En el suroeste europeo, las precipitaciones estuvieron por debajo de la media en invierno, primavera y verano, sin embargo la situación cambió en otoño y diciembre cuando amplias zonas de la región registraron valores por encima de la media.
Según el estudio del C3S, en los últimos cuarenta años, las temperaturas en el Ártico han ido en aumento, mientras la capa de hielo marino se ha ido reduciendo. En el verano de 2019, la capa de hielo de Groenlandia registró un deshielo récord con cerca del 96 % de la superficie.
Los glaciares en Europa han perdido entre 10 y 29 metros de masa helada, con una pérdida media de alrededor de 16 toneladas de agua dulce por metro cuadrado.
En el mundo, los glaciares han perdido aproximadamente 9.625 gigatoneladas (Gt) de hielo desde 1961, provocando la elevación del nivel del mar en unos 3 centímetros aproximadamente, según el C3S. En Europa, las mayores contribuciones al aumento del nivel del mar provienen de los glaciares periféricos en Groenlandia, y los ubicados en Svalbard e Islandia. A pesar de los récord de temperaturas altas, el año fue relativamente frío en comparación con los recientes años, registrándose la temperatura anual más baja desde 2010.
Según el análisis de Esotc, las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico (CO 2) y metano (CH 4) también están aumentando. "Sería necesario mirar hacia atrás millones de años en la historia para encontrar concentraciones tan altas como las de 2019". Mientras, los flujos netos estimados de los gases de efecto invernadero CO2, CH4 y dióxido de nitrógeno (N2O) en la atmósfera también han aumentado durante las últimas décadas. El informe se realiza con los datos de los servicios de C3S, y de otras áreas del sistema Copernicus, de los satélites Sentinel, pero también con los de otras entidades y estaciones en tierra, mar y aire.