Existen muchas maneras de ver el mundo, de entenderlo y de vivirlo y por eso no es raro que cada familia lo haga de una forma. Hay quienes prefieren seguir el camino tradicional, pero cada vez es más frecuente querer hacer las cosas de otra manera y por suerte ahora existen formas de hacerlo sin tener que renunciar a nada, solo sumando.
Esto es lo que se consigue con la enseñanza nómada, donde las experiencias que se viven son tan importantes o más que la enseñanza reglada, con la que se compagina para intentar que los niños tengan más posibilidades y experiencias enriquecedoras en su vida. Las personas que quieren vivir su vida a su manera, escogiendo su camino, ahora pueden tener ambas formas de educar, lo que tiene ciertos beneficios, pero también algunas desventajas.
Para ciertas familias, es importante que sus hijos se eduquen de una forma diferente a lo tradicional, pues para ellos no es tan importante la parte académica, como que esta sea compatible con las experiencias nuevas que se pueden conseguir viajando, descubriendo nuevos lugares, costumbres y entornos.
Habitualmente es la parte académica la que centra la atención, cosas que los jóvenes tienen que entender o memorizar para poder sentar unas bases sobre las que seguir aprendiendo, poniendo el foco en el maestro que transmite esos conocimientos. En la enseñanza nómada el foco se pone en el niño, en sus inquietudes y su manera de relacionarse con el mundo, en despertar su interés por lo que se van encontrando en esos viajes por lugares nuevos y que pueden durar meses.
En definitiva, la enseñanza nómada no solo se enfoca en la transmisión de conocimientos académicos, que suele ser en lo que se centra la educación reglada tradicional, sino que también promueve el aprendizaje experiencial. Promueve la autonomía en el aprendizaje, mientras que fomentan la iniciativa y la responsabilidad de los niños en su proceso educativo, dejan que sean sus intereses los que les dirijan en parte, haciendo que descubran el mundo a su manera, dándoles herramientas para aprender a desenvolverse en otros entornos.
Cada vez es más sencillo compaginar esta forma de educación con otras más clásicas gracias a las propuestas digitales, plataformas online que permiten seguir con la educación tradicional. Esto es todo un avance porque permite a los estudiantes acceder a contenidos educativos desde cualquier lugar del mundo y en cualquier momento.
A pesar de ello, no todo es sencillo, quienes viven una vida más nómada tienen que tener en cuenta lo importante que es mantener la continuidad educativa, algo que no siempre es sencillo cuando se cambia de país, pues cada uno tiene un sistema educativo diferente.
Conviene tener también en cuenta las diferencias culturales y lingüísticas, así como otros problemas que no se pueden perder de vista, porque si bien la vida nómada puede enriquecer sus vidas y su proceso de aprendizaje, también puede ser un obstáculo en su proceso de socialización, algo de vital importancia en el desarrollo de los niños.