España lleva décadas tratando de dar el empujón definitivo a la FP, pero todavía estos estudios -sobre todo los de grado medio- no acaban de calar entre el alumnado como lo hacen ya desde hace años en países vecinos. Las cifras están ahí: solo el 14,5 % de la población entre 15 y 19 años está escolarizada en esta formación profesional -que puede cursarse tras terminar la ESO-, frente al 23,3 % de la UE25 y el 23,4 % de la OCDE.
Esto se traduce en que de todos los alumnos de 15 a 19 años matriculados en España (el 87,9% del total de la población de esa edad), solo el 24% de ellos cursa en FP de grado medio, muy por debajo que en la UE25 (37,2%) y de la OCDE (37,4%). En algunos países, como Italia o Países Bajos, los estudiantes matriculados en FP de grado medio son mayoría en la segunda etapa de secundaria, no así en otros como Irlanda o Brasil, donde apenas suponen un 10% del total de los matriculados.
Y todo a pesar de la alta empleabilidad directa que ofrecen estos estudios. En España, superar un grado medio de FP aumenta en un 20% las posibilidades de encontrar empleo entre los jóvenes de entre 25 y 34 años. En el caso de los titulados en FP de grado superior, casi el 83% trabaja a los tres o cuatro años de graduarse (una cifra que no se alcanza antes de los cinco años en el caso de los licenciados universitarios).
Los datos extraídos del estudio ‘Panorama de la Educación 2023. Indicadores de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)’, publicado por el Ministerio de Educación, explican, en parte, las razones de este déficit de personas con estos estudios que sufre España: solo el 11% de la población en España entre 25 y 24 años tiene como mucho FP de grado medio. “Y eso se debe básicamente a la falta de población que como mucho tiene la ESO, un 26,5%. O bien han terminado la secundaria obligatoria y no han seguido estudiando o ni siquiera han terminado cuarto de la ESO o han empezado FP de grado medio, pero no lo han terminado”, apunta Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos. El porcentaje de los alumnos que solo tienen la ESO ha ido bajando en los últimos años en España (el año pasado era un 27,7%), pero continúa siendo más del doble que el promedio de la Unión Europea (12,2%).
Pero hay más razones que explican la falta de alumnos de FP de grado medio en nuestro país. Una de ellas es que muchos abandonan estos estudios sin graduarse, un 29,3%, lo que supone la mayor tasa de abandono dentro de los países de la OCDE (la media está en el 22,6%). “Los motivos detrás del abandono de estos programas son variados e incluyen, entre otros, la exigencia académica, el clima escolar, las situaciones económicas, familiares o de salud personales y la pérdida de motivación”, apunta el propio informe.
Entre la falta de motivación podría estar el hecho de que solo el 2,4% de los jóvenes matriculados en FP de grado medio hace parte de su trabajo en el centro escolar y otra parte en una empresa. Es un porcentaje “pequeñísimo”, según el informe de la OCDE, no solo alejadísimo de países como Irlanda, Dinamarca o Letonia, con un 100% cada uno de ellos, sino también de la media de la OCDE (45%) y de la UE25 (40,4%). “Ese es uno de los problemas. Hay que extender la formación dual (en centros de estudios y centro de trabajo) para que los alumnos vean más atractivos estos estudios, con más prácticas, y un mayor contacto con el mercado de trabajo”, explica Sanz.
Otra realidad que plasma el informe de la OCDE es la falta de progresión que existe en el grado medio de FP hacia niveles educativos superiores en España. Solo el 57,9% del alumnado de FP de grado medio accede a FP de grado superior al finalizar su formación frente al 75,4% de la OCDE y el 70,3% de la UE25. “Tampoco es necesario que toda la población realice estudios superiores, pero, desde luego, eso sería fenomenal, que desde FP de grado medio continuasen en FP de grado superior, que tiene un gran prestigio y que ofrece una inserción laboral muy elevada”, explica Sanz.
Ocurre además que solo el 46,1% de los alumnos españoles que empiezan un grado medio de FP lo finalizan en la duración teórica del programa (dos años), un porcentaje que se incrementa hasta el 63,4% dos años después.
Lo cierto es que en España hay un problema de oferta de plazas que el Ministerio de Educación está tratando de paliar con una inversión más fuerte para aumentarla gracias a los fondos de la Unión Europea. Un informe del Banco de España de hace un año proponía que la oferta de estas plazas se hiciera en los ciclos que reuniesen dos características: que tuvieran mayor inserción laboral y su nota de corte fuera más elevada, para que no se quedase tanta gente fuera.
La promoción de la FP de grado medio es vital para un país como España. “Las personas que no finalizan al menos la FP de grado medio o Bachillerato van a tener más probabilidades en la veintena de no estar estudiando ni de tener empleo. Los que se catalogan como ninis, con más problemas de inserción social incluso”, explica Sanz. “Cuando abandonas los estudios es difícil que los retomes. Lo que implica un déficit de formación, de preparación y de posibilidades en todos los ámbitos, lo que supone que para un país como España se consoliden las diferencias y la desigualdad”.