En su intervención en el Comité Federal del PSOE, Zapatero ha admitido que el resultado electoral del pasado domingo es ante todo su responsabilidad, porque "deriva directamente" de la situación económica y de la respuesta que se ha dado desde el Gobierno a la crisis.
A renglón seguido ha defendido todas las medidas adoptadas porque su obligación era tomar decisiones "serias y difíciles" aun siendo consciente de las posibles consecuencias electorales.
Como presidente del Gobierno, ha reiterado, su obligación es que el país "pueda defenderse por sí mismo, sin ayuda exterior, porque esa hipótesis habría sido retroceder décadas en el esfuerzo colectivo de bienestar" alcanzado y costaría "décadas recuperarlo".
Zapatero ha asegurado que seguirá implicado en la "tarea hercúlea" que supone renovar el modelo económico español y ha considerado que se han dado pasos adecuados en ese camino.
Tras destacar que la productividad aumenta, el endeudamiento se contiene y la necesidad de financiación exterior se reduce, ha dejado claro que cumplirá los compromisos fijados.
Ha citado en concreto la necesidad de culminar la reforma del sistema financiero para que fluya el crédito, y la de la negociación colectiva para dotar de más flexibilidad al mercado laboral, y ha subrayado la importancia de mejorar la formación profesional.
Para ello, se ha comprometido a mantener el diálogo social, convencido de que los acuerdos con respaldo de los agentes sociales son "la expresión más nítida del proyecto socialdemócrata", más eficaces y más efectivos
Zapatero ha garantizado que solo con las reformas se asegurará la recuperación "aún débil" de la economía y se empezará a crear empleo de forma sostenida.
"Va a costar verlo y sentirlo por la sociedad, pero llegará; entiendo que hasta que no se vea y se sienta, el malestar, la preocupación y la angustia estarán presentes entre los ciudadanos", ha reconocido.