Un año de teletrabajo: cuando el primer empleo es en remoto

  • Apenas un 5,7% de los menores de 25 años está teletrabajando , según un estudio

Teletrabajo, jóvenes y primer empleo. No conocen físicamente a sus compañeros y tampoco han pisado la oficina. Tienen menos de 25 años y han iniciado su carrera profesional en plena pandemia, lo que les ha empujado a trabajar en remoto desde el primer día. “Mi empresa está bien organizada, a mí no me resulta raro hacer las cosas online, ni hacer videollamadas. A mis compañeros los he visto solo a través del móvil”, explica Leyre Garrido al otro lado del teléfono.

La parte tecnológica la domina a la perfección esta joven licenciada en Físicas y con un máster en Física Teórica. No en vano pertenece a esa generación que ya ha nacido y crecido con ellas. “Me dieron un curso online cuando empecé y ya entonces me dijeron que todo iba a ser a distancia”, explica Leyre. Apenas lleva dos meses trabajando y en su caso desarrolla su actividad profesional en el mismo sitio donde ha estudiado día y noche la carrera. “Como he estado toda la vida estudiando en mi cuarto, pues aquí sigo trabajando”, cuenta con cierta resignación.

Esta joven reconoce que para algunas cosas estar cara a cara le resultaría mejor. “A veces es más cortante enviar un mensaje para preguntar algo que no sabes, da más vergüenza online y es un poco raro. Creo que dificulta un poco el aprendizaje”.

En cualquier caso no se había imaginado que su primera experiencia laboral sería en remoto. “Tanto mi padre como mi madre siempre habían trabajo presencialmente y te imaginabas que sería algo así”, asegura. “Está bien conocer a la gente con la que trabajas, es más motivante que estar sola en el cuarto”. Aun así ella se siente “cómoda” en esta situación y reconoce las ventajas: “No pierdes tiempo en el transporte”. Pero ella preferiría ir a la oficina: “Me da rabia no poder ir pero no es una catástrofe”, concluye.

Apenas un 5,7% de los menores de 25 años está en estos momentos teletrabajando, según una encuesta elaborada por Ranstad. Ese porcentaje supone casi la mitad de los que tienen entre 25 y 45 años. Ese bajo porcentaje se explica por el sector o empleo al que optan, ya que la edad no les perjudica para el trabajar en remoto sino que más bien les ayudaría, según este estudio.

Alicia Escobar entra ese porcentaje de menores de 25 años que teletrabaja. Lo hace desde hace mes y medio, cuando le concedieron una beca remunerada tras acabar un máster. “A la empresa solo fui a recoger el portátil, el edificio estaba vacío”, asegura esta chica a la que ha contratado una gran eléctrica.

“No me imaginaba que me incorporación laboral fuera para nada así. Suponía que conocería a mis compañeros, que habría interacción real porque de forma telemática es más difícil”, explica esta licenciada en Físicas. “No está mal trabajar desde casa porque te ahorras el desplazamiento, pero me hubiera gustado incorporarme a la oficina”.

En cualquier caso su experiencia está siendo positiva. “No me siento sola, tampoco sé si sería más fácil presencialmente porque como nunca he estado… pero el sistema está bien montado, nos podemos comunicar por Teams y resolver la dudas”. Sí reconoce esta joven que las relaciones personales son algo más complicadas a distancia. “Es difícil conocer a los compañeros. Ellos ya se conocían de antes y al final es más complicado interactuar de forma telemática”.

Escobar preferiría una forma mixta, combinar la presencialidad con el trabajo en remoto. Aun así se siente “ilusionada” por este primer empleo sobre todo en un año tan complicado para el mercado laboral por la covid. España cerró 2020 con una tasa de paro juvenil que escaló al 40%, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Entre el primer y el último trimestre del año pasado 86.000 menores de 25 años perdieron su trabajo.

Pero ¿cómo les puede influir a estos jóvenes haberse iniciado así en el mercado laboral, teletrabajando? “La gente joven está más abierta y predispuesta a entornos flexibles, son una generación digital”, destaca Javier Blasco como punto positivo. El director de Adecco Group Instituto subraya que “es un colectivo que sufre una altísima tasa de paro, al que les cuesta encontrar un trabajo y no se queja. Incluso en la universidad, muchas becas están suspendidas por la pandemia y cuando alguien puede hacer prácticas en remoto se siente feliz”.

“El aterrizaje laboral que han tenido ha sido en un teletrabajo forzado”, explica Blasco. “Están teniendo sus primera relaciones laborales y no ha habido interacción en persona. Y considero que en algunos trabajos los equipos tienen que interactuar porque la comunicación no verbal también es importante”. Este experto estima que todavía habrá que esperar un tiempo para tener un foto fija del momento: “hasta que no acabe este semiconfinamiento no podremos analizar bien cómo ha funcionado y cómo ha ido la adaptación a los centros de trabajo de los más jovenes”.

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