El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, aprecia unas "cuantas obsesiones" en el presidente de la CEOE, Juan Rosell, que esta semana ha advertido de la necesidad de acabar con los funcionarios "prepotentes e incumplidores" y con quienes "se apuntan al paro porque sí", declaraciones que han levantado ampollas en algunos sectores.
Toxo, en una entrevista con Europa Press, ha calificado de "muy injustas" estas afirmaciones, y ha criticado a Rosell por "demonizar" a los funcionarios y a los desempleados.
"Es muy fácil demonizar a las personas que trabajan al servicio de las administraciones públicas, primero se les demoniza y después se les recorta el salario, y después los derechos, ese camino es conocido", se ha lamentado Toxo.
El dirigente sindical ha recordado además a Rosell que los parados no lo son por propia voluntad y ha considerado que decir algo así es un "disparate", que no puede salir además de la boca de un dirigente empresarial.
Para Toxo, tampoco estuvo muy bien el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, que en un curso de verano celebrado en San Lorenzo de El Escorial explicó que el fraude detectado en torno al cobro de prestaciones por desempleo llegaba al 25%.
"No se pueden hacer afirmaciones de este tipo por mucho que los cursos sean de verano, uno tiene una responsabilidad. Incidencias de forma no pueden confundirse con fraude y el ministro debería aclararlo suficientemente, porque esto da luego pie a afirmaciones como la de Rosell", ha subrayado Toxo.
El dirigente sindical ha insistido en que la gente que está en el paro es la más interesada en salir cuanto antes de esa situación, porque además es el sector de la población que peor lo está pasando en esta crisis. "Es tremendamente injusto y desenfocar las cosas sólo lleva a no encontrar soluciones", añadió Toxo.
PLAN DE FORMACIÓN PARA JÓVENES.
Lo cierto es que Gobierno, patronal y sindicatos siguen intentando encontrar soluciones, pese a los fracasos que ha cosechado el diálogo social hasta la fecha. Tras la reforma laboral, la de pensiones (la única pactada) y la de la negociación colectiva, las tres partes se han vuelto a sentar para hablar de empleo y contratación.
Toxo ha declarado a Europa Press que "sería muy importante" que hubiese acuerdos en esta mesa de negociación y "nadie se reservara piezas para el debate electoral".
Para el líder de CC.OO., no obstante, a esta mesa de empleo "le falta ambición" y ya avisa a sus contrapartes de que su sindicato "no está dispuesto a un acuerdo de empleo que se resuma en una modificación del empleo a tiempo parcial".
Lo que CC.OO quiere, ha explicado, son dos cosas. Por un lado, impulsar los expedientes de reducción de jornada con rebaja de salario y compensación externa, medida que ha permitido salvar en Alemania 1,4 millones de empleos; y, por otro, implantar en España el modelo dual formación-empleo germano, que está haciendo que 1,8 millones de jóvenes alemanes estén formándose en las empresas cobrando un sueldo, en lugar de estar en el paro.
"Estamos pagando 30.000 millones de euros en desempleo, subsidios y demás. Es mucho mejor tener a la gente formándose en las empresas que pagarles 400 miserables euros durante seis meses. Estudiemos la posibilidad de reorientar el uso de recursos, los pocos que existen, para sacar a la gente del desempleo, en lugar de concentrar el debate en el empleo a tiempo parcial, al que la gente acude involuntariamente", ha dicho.
Toxo ha confirmado que en la mesa de negociación el Gobierno está hablando de diseñar un plan para aquellos jóvenes de baja cualificación que abandonaron sus estudios para trabajar en la construcción y que ahora están en paro, y que consistiría en ofrecerles programas formativos acelerados de dos o tres meses de duración para obtener certificaciones que les permitan regresar al mundo laboral. La cifra potencial de beneficiarios de este programa rondaría los 600.000.
Sin embargo, para el líder de CC.OO., la propuesta sindical sobre el modelo alemán de formación tiene mucha más potencia temporal, pues se trataría de poner en marcha programas formativos de dos o tres años de duración, tiempo en el que los jóvenes permanecerían en la empresa formándose al menos en dos tercios de la jornada y el tercio restante en las escuelas de formación profesional.
"A mí me gustaría que las empresas se comprometieran a contratar en la modalidad de formación al equivalente al 2% o 3% de la plantilla (...) Con esta propuesta permanecería la formación profesional reglada y la formación para el empleo y en el medio, un nuevo sistema que dinamice a la gente más joven. Todos en la mesa declaran estar de acuerdo, pero la cuestión es ponerse al tajo. Ahora observo una cierta tendencia para reservar esto para la campaña electoral", ha denunciado.