Recargos, multas: las sanciones para autónomos más comunes
Descubre cuáles son las sanciones más comunes que sufren los autónomos y cuánto pueden costarte
Recargos por presentar las declaraciones y autoliquidaciones fuera de plazo
Los más recomendable es tener un asesor fiscal
Ser autónomo puede convertirse en una carrera de riesgo en determinados momentos: un trabajador por cuenta propia no solo debe preocuparse por captar clientes y mantener unos ingresos estables, sino también por cumplir con sus obligaciones fiscales y evitar cometer errores que se traduzcan en multas. Para evitar acciones por parte de Hacienda o la Seguridad Social (entre otras Administraciones), toma nota de cuáles son las multas a autónomos más frecuentes.
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Estas son las sanciones más frecuentes en el caso de trabajadores autónomos.
- Recargos por presentar las declaraciones y autoliquidaciones fuera de plazo. Aunque los plazos están claros, muchas veces se producen despistes o rachas de pocos ingresos que nos llevan a retrasar ciertos pagos, ya sea aplazando los pagos oficialmente o simplemente retrasándonos en su abono. Las declaraciones deben cumplirse en plazo para evitar cuantiosos recargos: los modelos más frecuentes son el Modelo 111 (retenciones del IRPF practicadas a trabajadores, profesionales y empresarios), el Modelo 115 (declaración trimestral de las retenciones practicadas a los alquileres de inmuebles urbanos), el Modelo 303 (IVA), el Modelo 130 o 131 (autoliquidación del pago fraccionado del IRPF)... En general, cuando pagues fuera de plazo, el recargo aumentará a medida que lo haga el tiempo de retraso. Puedes llegar a pagar más del 20 por ciento sobre la suma que adeudes a la Administración. En supuestos graves o muy graves, las infracciones pueden llevarte a pagar incluso el 150 por ciento de lo debido.
- Multa por no pagar la cuota de autónomos. Cuando no se paga la cuota de autónomos en plazo, se generan recargos e intereses. Pagar esta cuota fuera de plazo es uno de los errores más frecuentes por parte de los profesionales por cuenta propia, y la consecuencias es un recargo económico importante: si pagas dentro del mes natural siguiente, se te aplicará un 10 por ciento de recargo, y ese porcentaje subirá hasta el 20 por ciento en el segundo mes natural. Además, se te aplicarán intereses de demora. Si la Seguridad Social te reclama oficialmente y no pagas en plazo, el recargo ascenderá al 35 por ciento.
- No llevar correctamente los libros contables. Cuando estés obligado a llevar ciertos libros contables, podrás sufrir multas en caso de no cumplir. No basta con usarlos, sino que debes hacerlo bien, de manera ordenada y acorde con tu actividad, siguiendo un orden cronológico que permita conocer la evolución de tu negocio de forma fiel. La sanción mínima en estos casos es de 150 euros, pero puede ascender hasta los 6.000 en casos extremos. No olvides también que estos libros contables deben conservarse durante al menos 4 ejercicios de cara a Hacienda. A efectos mercantiles, debes conservarlos durante 6 años como mínimo, incluso aunque termine tu actividad.
- Facturar mal. Por ejemplo, calcular mal el IVA, aplicar un tipo equivocado, numerar mal las facturas... También en este caso, la sanción mínima será de 150 euros.
En general, lo ideal es contar con la ayuda de un asesor fiscal, especialmente cuando nuestra actividad como autónomos sea compleja e implique cumplir con varias obligaciones distintas. Los frecuentes cambios normativos hacen que, aunque estemos informados sobre nuestras obligaciones, aparezcan situaciones nuevas y casos de duda constantes sobre los que será difícil permanecer completamente al día.