La tensión en Ucrania y el poco viento disparan la luz a un nuevo máximo este martes
Alemania, donde finaliza el gasoducto, no autorizará su funcionamiento si Rusia no se retira de la frontera ucraniana y la dueña Gazprom no cumple las leyes europeas
El anuncio ha disparado el mercado de los futuros del gas, que ha marcado máximos desde octubre
Un incremento que ha afectado al precio de la luz en Europa y coinciden con una bajada de la generación eólica en España
Nord Stream 2. Un nombre que parece seguirá dando quebraderos de cabeza al mercado energético europeo. Alemania ha asegurado que no autorizará la apertura del nuevo gasoducto proveniente de Rusia. Un anuncio que ha disparado los precios del gas natural en más de un 10% respecto al pasado viernes. El índice de referencia europeo ha cerrado la sesión del lunes en máximos desde principios de octubre.
La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, ha reafirmado este lunes que la puesta en marcha del conducto seguirá paralizada. "En las condiciones actuales el gasoducto no puede recibir autorización, porque no cumple los requisitos del derecho energético comunitario y porque las cuestiones de seguridad siguen estando, en cualquier caso, sobre la mesa", ha declarado a la cadena pública ZDF.
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La tensión entre Rusia y Ucrania, el escollo principal
Las "cuestiones de seguridad" a las que hace referencia Baerbock son las tensiones que se viven entre Rusia y Ucrania. El gobierno de Vladimir Putin tiene desplegadas tropas en la frontera vecina (unos 100.000 efectivos). Kiev y la comunidad internacional temen una invasión del gigante soviético. El anterior Gobierno alemán de Angela Merkel y el ejecutivo estadounidense de Joe Biden acordaron que, si esto ocurría, Rusia sería castigada. La UE también está planteando posibles sanciones. Una de ellas podría ser la paralización del Nord Stream 2.
Los estadounidenses y otros críticos del proyecto creen que aumentaría la dependencia de Europa del gas ruso. También privaría a Ucrania (y otros países del Este) de la tasa que cobran por los gasoductos que atraviesan su territorio.
A esto se suma que la legislación de Europa no permite que una compañía productora de gas sea dueña también de la infraestructura de transporte y distribución. Es lo que ocurre con la rusa Gazprom, accionista mayoritaria del Nord Stream 2. Por ello, la Agencia Federal de Redes germana paralizó su certificación en noviembre, aunque tiene hasta enero para emitir su decisión definitiva. Con lo que todavía podemos esperar más fluctuaciones en el mercado.
Este nuevo retraso del gasoducto, que se esperaba estaría operativo para el invierno y duplicaría el flujo de gas hacia Alemania, ha causado un repunte de los contratos del gas de enero. Una situación que ya se dio a mediados de noviembre, cuando se conoció el bloqueo del regulador alemán. Esta vez, el precio ha llegado a los 117,4 euros el megavatio hora (MWh) en el índice de referencia europeo, el holandés TTF. Un aumento que se ha contagiado a los mercados nacionales de todo el continente.
Menos viento, más gas
El encarecimiento del gas para generar electricidad afecta al precio mayorista de la luz que subirá notablemente en toda Europa la jornada del martes. En España rozará los 288 euros/MWh, el segundo precio más alto de la historia. Pero otros países sufrirán incluso más. En Alemania llegará a los 296 euros y en Italia y Francia superará los 300 euros.
Este repunte en el precio del gas coincide además con una caída drástica de la producción eólica en España. Aunque ya es la principal fuente energética de nuestro país (y una de las más baratas), es susceptible a los vaivenes meteorológicos. Mientras el 8 de diciembre marcaba su máximo de producción histórica con 430.000 MWh, este martes generará seis veces menos de energía.
En cambio, el ciclo combinado, que quema gas natural para producir electricidad, será el origen principal de nuestra electricidad durante toda la jornada. Para hacernos una idea, en su hora de mayor generación la eólica rozará los 4.000 MWh, frente a los más de 15.000 MWh que producirá el ciclo combinado (alimentado con gas) en su pico del día.
Las centrales que usan gas marcarán directamente el precio de la luz en el mercado español diez de las 24 horas del día. Cuando el ciclo combinado domina la jornada el coste por horas de la energía fluctúa menos, pero la media diaria aumenta considerablemente.