La tasa Google pierde fuelle: 3.000 millones y el negocio del Norte de Europa tienen la culpa
telecinco.es
19/04/201914:04 h.La ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño ya confesó en su momento que la falta de unanimidad entre los Veintiocho era "francamente decepcionante" y criticaba que "bloqueo tras bloqueo" se estuviera "dificultando" una mayor integración fiscal del bloque comunitario. El PP ya ha dejado claro que no recuperará el impuesto a determinados servicios digitales, conocido como la 'tasa Google', si gana las elecciones generales del próximo 28 de abril al ser, en su opinión, un "grave error" que afectaría a la inversión tecnológica." Cualquier economista sabe que como pongas impuestos y discrimines por nacionalidad, el secretario de Estado de Comercio de Estados Unidos te hunde", ha indicado Lacalle, asesor principal de Casado, quien ha pedido ser "muy cautelosos" a la hora de tomar medidas proteccionistas y medidas impositivas.
Se da la paradoja de que el Gobierno de Mariano Rajoy planteó en mayo de 2018 la creación de un impuesto sobre determinados servicios digitales, que habría seguido los principios recogidos en la propuesta de directiva presentada por la Comisión Europea, anticipando su aplicación en España. La propuesta del Gobierno el PP entonces pasaba por gravar únicamente a empresas con un elevado importe de ingresos anuales, de forma que no gravase a las pymes, y sólo se tributara por los ingresos derivados de la prestación de determinados servicios digitales, con la previsión de un impacto recaudatorio de unos 600 millones de euros ese primer año.
El Gobierno de Rajoy llegó a plantear la creación de este tributo en el programa de estabilidad remitido ese año a Bruselas, si bien no llegó a ver la luz. Posteriormente, el Gobierno de Pedro Sánchez en cambio sí aprobó el pasado mes de enero el anteproyecto de ley para crear un impuesto sobre determinados servicios digitales sobre aquellas empresas con ingresos anuales totales de, al menos, 750 millones de euros y con ingresos en España superiores a los 3 millones de euros. En concreto, se dirigía al 3% de los servicios de publicidad dirigida en línea, servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario durante su actividad o la venta de metadatos, con lo que esperaba recaudar con este tributo 1.200 millones de euros.
El experto, Luis Garvía, profesor de finanzas en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) considera que después de que Irlanda. Suecia, Finlandia y Dinamarca hayan puesto el freno en Europa a un impuesto de estas características, “no tiene sentido implantarlo solo en España. Lo peor es que podría repercutir en el usuario y merece la pena pensar si es más inteligente cooperar con ellos que meterles el dedo en el ojo, como se dice de forma vulgar. Los países que quieren las infraestructuras de los GAFAM no lo van a permitir y ellos son los que tienen todas las de ganar porque hablamos de países donde hay estabilidad económica y hace el frío necesario para tener los procesadores. La idea vital es que antes de repartir riqueza lo importante es crearla. España creía que iba a recaudar 1.200 millones. Francia Austria Reino Unido están estudiando una ley parecida, pero el primero no preveía recaudar más de 500 millones, Austria unos 200”. La pregunta es si merece la pena una vez que “EEUU ya ha dicho que va a trabajar para defender los intereses de los GAFAM”. Está claro que la idea de este impuesto es intentar generar recursos para fortalecer el Estado de Bienestar, pero podría ser contraproducente y minar una fuente de recursos e innovación.
“Ponerse como punta de lanza contra Google no parece lo más inteligente teniendo en cuenta lo que hizo con las noticias. Estamos ante empresas que han cambiado el sistema económico mundial”. Es lo mismo que opinan medios especializados como Xataca o El Confidencial.
Cuando se habla de usuarios también se hace de pymes. Estas compañías se han convertido en plataformas de prestación de servicios digitales para consumidores finales y también para otras pequeñas y medianas empresas: Google Ads o Facebook Ads facilitan que las pymes europeas accedan a publicidad muy asequible y ya segmentada por perfil de usuario, permitiéndoles así competir con otras compañías de mayor tamaño que tradicionalmente eran las únicas que podían anunciarse, abonando tarifas mucho más caras, por televisión, radio o prensa. Y, a su vez, Amazon Marketplace permite que cualquier pequeño negocio europeo comercialice sus productos a todo el mundo usando el portal de Amazon. Al final, guste más o menos, todo es cuestión de dinero. Un informe Broad Group destaca que la región nórdica ha recibido ya de estas empresas en proyectos más de 3.000 millones en menos de tres años y las cantidades van a ir a más. El mercado de los centros de datos de terceros aumentará casi dos veces y media en m2. Y los países del norte de Europa no quieren perder el negocio.
Dinamarca se beneficia enormemente de la construcción de un nuevo y extenso centro de datos de Apple en Viborg, en el centro de Jutlandia. El atractivo de la región como ubicación del centro de datos se basa en una combinación de costes e impuestos más bajos, incentivos ofrecidos por agencias de inversión interna, fuerza laboral altamente cualificada. El precio de la electricidad industrial en la región nórdica sigue siendo el más bajo en los países de la UE-28.
Otro de los atractivos que tienen estos países para el sector de los centros de datos, según señalan los expertos, es que existe una amplia disponibilidad de habilidades TI entre la población local. Conscientes de su posición ventajosa de cara al futuro, los gobiernos de los países nórdicos están introduciendo nuevas medidas fiscales para ayudar a las empresas del sector a reducir los costes iniciales que implica la construcción de centros de datos, especialmente las grandes instalaciones a hiperescala.
El Sillicon Valley Europeo
Y es a estos países donde miran Microsoft, Equinix, IBM, Google, Apple y Facebook. Ahí tenemos el gran centro de interconexión de Equinix que iniciará sus actividades en el segundo trimestre de 2019, y que estará alimentado en un 100% por energía renovable proveniente de platas de biocombustible y parques eólicos marinos. O Dinamarca, que también quiere convertirse en centro del Sillicon Valley Europeo. Noruega, Suecia y Finlandia están trabajando para crear nuevas zonas con potencial de inversión TI, pensadas para que los grandes operadores hiperescala puedan ubicar nuevos centros de datos que se podrán alimentar enteramente mediante energías renovables. Apple también está involucrado y ha apostado por Aabenraa como lugar para instalar una base de datos con energía limpia.
Noruega tiene su Lefdal Mine y su Green Mountain ofrece los centros de datos más ecológicos del mundo. En marzo de 2009, Google compró el Summa Mill a la compañía finlandesa de papel Stora Enso para convertirlo en un centro de datos. En la primera fase del proyecto, que se completó en septiembre de 2011, Google invirtió una suma inicial de 200 millones de euros. Durante esta fase, más de 2.000 individuos de 50 compañías diferentes han contribuido al proyecto, incluidas muchas compañías locales finlandesas. Todo un negocio que explica el no de los países nórdicos a cualquier tasa Google, aunque esto irrite a sus socios europeos. Hablamos de negocio y de futuro.