Fumar, enviar una carta o comprar un coche nuevo será más caro en 2022
La luz, el gas o los peajes aumentan su precio con la llegada del 2022
El tabaco también sube, acercándose a los cinco euros por cajetilla
El salario mínimo interprofesional no varía y se mantiene en los 965 euros
La luz, el gas, el tabaco, los peajes o los sellos suben sus precios con la entrada del nuevo año. El 2022 llega con un alza en los precios de productos esenciales, como los carburantes o el pasaje para circular por autopistas, y no tan esenciales, como el tabaco, que un año más vuelve a encarecerse.
A partir de Año Nuevo, el Gobierno prevé una subida en el precio del tabaco. Los fumadores tendrán que pagar un incremento de un 5,5% por una cajetilla de tabaco. Si de media en España, el precio de un paquete de vente cigarrillos es de 4,53 euros, ahora el precio de media rozará casi los 4,80 euros -4,77, para ser exactos-. El tabaco en España tiene un gravamen de impuestos de 79,3% entre los impuestos especiales más el IVA, según los datos de la Comisión Europea de julio de 2021.
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El precio del tabaco en España seguirá siendo menor que la media europea
Un precio que se acerca más a la media Europea, donde fumar es más caro. De media una cajetilla de tabaco cuesta unos 5,27 euros, llegando en algunos países, como Irlanda, a pagarse hasta 12,81 euros, por paquete, o hasta 9,70, en Francia.
El año 2022 arrancará con subidas en las tarifas reguladas del gas, en los peajes de las autopistas, con una subida mínima del 1,97%, y en los sellos, con un 7%. El precio de la luz sigue desbocado en el mercado mayorista, con un precio superior a los 300 euros por megavatio hora, y también habrá incremento del impuesto de matriculación, que encarecerá buena parte de los vehículos nuevos y que se traduce en una subida de 12 euros en la letra mensual.
En cuanto al precio de la vivienda, el mercado inmobiliario ha estado tensionado en 2021 y desde el sector apuntan que se ha encarecido entre un 3 y un 4%. Su evolución en 2022 se mantendrá a la expectativa de la Ley de Vivienda, que genera escepticismo entre los expertos, al considerar que en lugar de controlarlos, podría dispararlos.
Mientras, el salario mínimo interprofesional (SMI) se mantendrá, por ahora, en los 965 euros mensuales.