El alto precio del gas natural y la electricidad empieza a hacer mella en la industria española. Como adelantaba NIUS hace unos días, varias plantas habían anunciado su intención de detener la producción en las horas más caras. Estos 'parones' ahora tienen nombre y apellido: la siderúrgica Sidenor y la empresa de fertilizantes Fertiberia, las primeras en anunciar que las cuentas no salen.
La vasca Sidenor ha anunciado este lunes su decisión de parar la producción en su planta de Basauri (Vizcaya) durante un periodo de 20 días, de aquí al 31 de diciembre, el 30% de las jornadas productivas. La medida ha sido adoptada por el "desorbitado" precio de la luz, cuya escalada, han indicado desde la dirección, ha triplicado el coste eléctrico de la compañía.
El Gobierno vasco ha afirmado que su preocupación por el incremento "sin medida" del precio de la energía se ha visto "acrecentada" por el anuncio de Sidenor. Por esta razón, el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente y el Ente Vasco de la Energía presentará un informe de medidas este miércoles.
La andaluza Fertiberia también ha detenido temporalmente la actividad de la planta situada en Palos de la Frontera (Huelva). En este caso el parón ha sido motivado por el precio del gas, que se utiliza para producir amoniaco, urea y fertilizantes. En concreto, la medida comenzó el pasado 1 de octubre y se prevé que dure un mes. Tiempo en el que la empresa aprovechará para realizar labores de mantenimiento y renovaciones que se iban a hacer en 2022.
El aumento de los costes golpea especialmente a las empresas electrointensivas (siderúrgicas, metalúrgica no férrica, químicas, de gases industriales, fabricantes de electrodos…) y las gasintensivas (como esmaltes y azulejeras). Una situación que preocupa a los políticos: España aprobó nuevas medidas en septiembre para rebajar la factura de la luz -que por ahora han tenido poco éxito- y la Comisión Europea estudia propuestas como la compra conjunta de gas.
Los parones ocurren en plena ronda de reuniones de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con los principales directivos de las compañías eléctricas Endesa, Iberdrola y Naturgy. Unas reuniones para conocer la opinión del sector sobre las medidas consensuadas hace un mes para rebajar la factura de la luz un 22%. El texto aprobado en septiembre disminuiría los ingresos de las compañías en 2.600 millones de euros.
Por su parte, Podemos ya ha avisado a sus compañeros de Gobierno que no pueden echarse atrás sobre este paquete. El secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Podemos, Nacho Álvarez, advertía hace unos días al PSOE que no puede "recular" en el decreto para reducir los beneficios caídos del cielo a las eléctricas.
Y es que no parece que la luz y el gas vayan a bajar su precio en el corto plazo. Su coste se ha disparado desde agosto. El precio medio diario de la electricidad en el mercado mayorista este lunes se mantiene en los 184,48 euros por megavatio hora (MWh), seis veces más que hace un año. El precio del gas, a 98,47 euros/MWh, se ha multiplicado por ocho respecto 2020.
La situación de encarecimiento de la luz y el gas se está reproduciendo en diversos países alrededor del globo, como Reino Unido, en plena crisis de combustibles fósiles. El organismo comercial Energy Intensive Users Group ha alertado de que podría haber cierres en industrias esenciales sin la ayuda del Gobierno y el regulador británico, Ofgem. Richard Leese, presidente del grupo, ha dicho: "Ya hemos visto el impacto de los aumentos astronómicos en los costes de energía en la producción en los sectores de fertilizantes y acero".
China, un gigante en cuanto a consumo de electricidad y gas se refiere, también ha experimentado apagones en la industria y en los hogares desde el inicio de octubre. Esto ha llevado al Gobierno a ordenar a las principales empresas energéticas estatales del país que aseguren los suministros para este invierno a toda costa, incluso aumentado la quema de carbón.